SEÑOR CURA PARROCO DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA Y
CONSILIARIO DE LA COFRADIA.
SEÑOR HERMANO MAYOR Y JUNTA DE GOBIERNO DE LA COFRADIA DE LA FLAGELACIÓN.
ILUSTRISIMO SEÑOR ALCALDE Y CONCEJALES DE LA CORPORACIÓN MUNICIPAL.
HERMANOS Y HERMANAS DE LA COFRADIA.
SEÑORAS Y SEÑORES.
Emocionada, abro mi cuaderno, es de color verde, verde de esperanza y de ilusión. Esperanza de escribir un pregón a la altura de nuestra Madre del Consuelo y de nuestro Padre de la Bondad, e ilusión de que me acompañéis hoy, en este día tan importante para mí: hermanos cofrades, hijos, familiares y amigos todos.
A algunos os conozco desde siempre (de toda la vida, como solemos decir por aquí), a otros, os he visto alguna que otra vez, y algunos de vosotros ni me conocéis. Es normal, hace tiempo que no frecuento, como a mí me gustaría, esta nuestra HERMANDAD. No por falta de ganas, sino más bien por otras razones de índole diversa: dedicación a mi trabajo, a mis hijos, entre otras obligaciones.
La verdad es que no sabía cómo empezar este pregón. He asistido a más de uno, pero … Yo recordaba uno de los primeros pregones de la Hermandad que pronunció mi querido primo Juan Luis Huertas Díaz allá por el año 2002. Y me emocionó enormemente. Y yo pensaba: “¿seré capaz de escribir algo así?”, tan lleno de devoción, de entrega, de poesía… Pues quizás no, pero aun así he intentado hacer MI PREGÓN tal y como él, en una ocasión, me aconsejó. Y un día empecé a esbozar las primeras palabras y a pergeñar las primeras ideas de lo que hoy vengo a contaros.
Según Marcelino Manzano Vilches, director espiritual del Seminario de Sevilla, en el blog El espejo de Sevilla, manifiesta que cada pregón es distinto. Cada uno de ellos es una experiencia, una vida, una emoción, relacionada con las cofradías y con el Señor y la Virgen Santísima.
Pues en esta ocasión, vengo a contaros mi experiencia cofrade en estos 33 años. Me gustaría a través de mi pregón transmitiros mi entusiasmo y mi fe, para que vosotros elaboréis con ello el aprendizaje que os pueda servir de utilidad para seguir vuestro camino cofrade con mayor devoción si cabe.
Una tarde del 7 u 8 de octubre del año pasado recibí una llamada de Emilio, nuestro hermano mayor. Quería pedirme algo, un encargo para mí. Yo pensé: qué encargo será. Me dijo que desde la junta de gobierno habían pensado en mí para hacer el pregón de este año 2024. Yo no supe qué decir, la verdad. Así que le pedí que me diera unos días para pensármelo, y así lo hizo. Entre dudas, miedos y mucho pudor, finalmente, y con toda mi gratitud y orgullo, decidí aceptar su propuesta. Así que le comuniqué mi decisión de adquirir la responsabilidad de pronunciar este pregón.
Esto fue el día 15 de octubre, día de Santa Teresa. Creo que mis queridas tía y abuela me convencieron desde el cielo, por ser el día de su Santo. Y desde entonces decidí vivir la experiencia y el honor de pregonar en un día tan señalado como el de hoy.
¡¡¡Qué honor ser la pregonera de mi única y querida Hermandad, a la que pertenezco desde el hace mas de 30 años!!!, Y cuyo primer pregón data del año 1996.
¡¡¡Qué orgullo ser la segunda mujer que dé el pregón de la Ilustre, Humilde y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Flagelación de nuestro Padre Jesús de la Bondad y María Santísima del Consuelo!!! Espero y deseo que no sea yo la última…
Por esto, aprovecho la ocasión y animo a la junta de gobierno a que tome en consideración la alternancia entre hermanas y hermanos cofrades para los siguientes pregones. Seamos justos e igualitarios para este fin de equidad y de respeto. Asimismo, tengamos las mujeres de esta Hermandad la valentía y el arrojo de regalar a nuestros titulares la palabra, el cariño, la generosidad, y el compromiso de subir a este púlpito.
Volviendo a la historia de mi pregón, antes de empezar a escribir me estuve documentando y leí el admirable pregón de mi predecesora MARIA DEL PRADO GONZALEZ ROMERO. Después de leerlo, me di cuenta de que resultaría difícil crear unos textos tan bellos como los suyos. Cuánto amor y cuánta fe transmitían. Prado, me siento muy orgullosa de tenerte como hermana, por dar un paso tan importante, atrevido y representativo. Eres una mujer valiente, y no solo por ser la primera hermana en dar un pregón, sino por tus mismas cualidades cotidianas. Eres atenta, generosa, respetuosa y una creyente infatigable.
En este pregón voy a intentar transmitiros mi viaje personal y cofrade a lo largo de mis numerosos años como nazarena de la Flagelación. Perdonadme si trastoco algún año, alguna marcha, algún nombre, o si olvido detalles y personas de relevante interés, pero los años no pasan en balde y hacen mella en la memoria.
En mis cavilaciones, me venía a la cabeza la imagen de nuestro padre JESÚS DE LA BONDAD, alla por los tempranos noventa, en su primera chicotá por el pasaje de la Merced, de fondo PRESENTADO A SEVILLA. Éramos entonces muy jóvenes, y aun hoy se me pone un nudo en la garganta cuando recuerdo el paso de nuestro padre flagelado, oliendo a incienso y a bondad aquel memorable día.
Y no existe para mí un momento de fe más intenso en mi vida cofrade que aquel Miércoles Santo de Bondad y Consuelo lleno de alegría, de juventud y de gozo. Ya por aquel entonces las gentes de Ciudad Real se congregaban para vernos pasar. Recuerdo la expectación, el bullicio y la ilusión en aquella plaza de La Merced. En la revirá a encarar la iglesia de Los Mercedarios, la chicotá, al son de ALMA DE DIOS, ponía los pelos de punta, y ya, saliendo hacia la calle Toledo, se veían muchos de los fieles boquiabiertos ante tanta devoción y respeto. Y con esa misma devoción yo te recito:
“AMADA
MADRE
CONSUELO
DE LOS AFLIGIDOS
PETALADA
AL VUELO
Y
TU TAN BELLA
TAN
LLENA DE AMOR
Y
A SU VEZ DE AFLICCION
POR
TU HIJO FLAGELADO
MADRE
MÍA Y MADRE NUESTRA
MIRANOS
SIEMPRE CON TUS OJOS LLENOS DE TERNURA
DE
GRACIA Y DE AMOR
DE
SINGULARIDAD,
COLMANOS
DE TU BONDAD
SANTISIMA
VIRGEN
CONSUELANOS
DE LA ANGUSTIA
DE
VER A TU HIJO ATADO A LA COLUMNA
Y EN SU SUPLICIO FLAGELADO…”
Como os he comentado anteriormente, mi viaje a lo largo de mi vida cofrade comienza en 1991, año desde el cual vengo acompañando a nuestros titulares. Aunque siendo rigurosos, el primer año solo acompañaríamos a nuestra Madre del Consuelo, y yo digo:
“ELLA SOLA Y MAGESTUOSA
Y
SIN APENAS ESCOLTA.
GRAN DOLOR SENTIRÍA
MAS
DIGNAMENTE PASEABA.
SENCILLA Y HUMILDE
SIN
PALIO NI GRAN MANTO
EN
UN REDUCIDO Y MODESTO PASO.
DESPOJANDO AROMA
A ESPERANZA
A
INCIENSO Y A VELA AGOSTADA.
EN
ESE TIEMPO YA TE VENERABAMOS
PUES
COMENZASTE A SER
EL
FARO DE LA ESPERANZA
Y
LA LUZ DE NUESTRO AMANECER
NUESTRO
LAZARILLO EN EL CAMINO DE LA VIDA
Y EN EL CAMINO DE NUESTRO ACONTECER.”
Por aquel entonces, éramos pocos hermanos procesionando. Recuerdo mi rosario en mano, rezo tras rezo, formando parte de su corte, de la corte de la reina del Perchel, porque es allí donde ella tiene su origen. Y si soy sincera, la sensación que me provoca el recuerdo de aquella imagen es la de desolación, pues apenas había gente por las calles. Me viene a la cabeza una estampa con pocos nazarenos. Yo iba detrás de la virgen aun sin túnica, rezando, y sintiendo esas miradas cuyos pensamientos parecían un sinsentido, contrariados por la circunstancia de procesionar, de manera insólita, un Miércoles Santo por la tarde: aquella tarde del 27 de marzo de 1991, haciendo el recorrido procesional por primera vez desde las cocheras del antiguo cuartel de Artillería de Ciudad Real a las 19.30 horas. Este año 2024, procesionaremos igualmente, un 27 de marzo.
Y
así fue cómo nos dimos a conocer, de esta forma tan humilde y casi inadvertida.
La sede canónica de nuestra cofradía cambió en 1992 de la Parroquia de Santiago a la de Santo Tomás de Villanueva. Su párroco, el reverendo don Eugenio Sánchez Vega fue nombrado primer Consiliario. Y en ese año nuestra cofradía ya empezó a procesionar desde el guardapasos de Semana Santa por primera vez, y ya con nuestra virgen del Consuelo bajo palio por primera vez, acompañada de su hijo Jesús de la Bondad, también por primera vez. Según escribiera Jesus Gutierrez:
ESTAS SEÑOR A LA COLUMNA ATADO
CON EL TORSO DESNUDO, ESTREMECIDO,
ROTO EN SANGRANTES SURCOS,
MAS ERGUIDO,
QUE NI EL MAS CRUEL DOLOR TE HA DOBLEGADO
NO ESTÁS AUNQUE ABATIDO, DERROTADO,
Y AL ROSTRO DE DOLOR NO REPRIMIDO
ASOMA LA GRANDEZA DEL UNGIDO.
SERENA DIGNIDAD EN TU MIRADA
Y GRABADA EN LA PIEL CON GRUESOS TRAZOS
LA VESANIA FEROZ Y DESPIADADA.
EN TANTO QUE EL COBARDE APURA PLAZOS,
QUIERE APAGAR LA SED MANIPULADA,
DESGARRANDO TU CARNE A LATIGAZOS.
Los años fueron pasando de manera natural e inexorable, vinieron los matrimonios, los hijos siempre amados, y también ellos nos acompañarían, reuniendo más y más túnicas que transformaban la corte de nuestros titulares en un manto monocolor de estrellas, reluciente y con todo un esplendor de pasión, de fe y de gozo.
Y todos empezaron a corear: ¡¡¡por fin el Miércoles Santo, que sale la procesión de la Flagelación!!!
Y
Llegó un tiempo en que todos soñábamos con ver a nuestro Padre Jesús de la
Bondad en andas de un barco, pero habría que llevarlo a costal… Y aquel sueño
inicial, con el correr de los años, se hizo realidad.
A nuestro Señor lo acompañarían los sayones, el romano, el patricio, el sirio, el caballo… La representación casi exacta de lo que ocurrió en este momento de su pasión. Poco se tardó en conseguir una cuadrilla de costaleros que con su fe le mecieran tan dignamente como se merecía. Llegaron a ser más de noventa los costaleros que a sus pies lo porteaban a las órdenes de Juan Luis Huertas, quien fuera capataz del misterio durante años, y al que desde aquí le agradezco su apasionada dedicación.
Quiero traer a la memoria también a sus predecesores en este cargo: Antonio Señas, Marcelino Abenza. También se produciría el relevo de los capataces de la Virgen del Consuelo, desde Juan Carlos Naranjo, Marcelino Avenza, hasta nuestro querido Jose Maria Pastor que nos sigue emocionando año tras año como lo hicieran sus antecesores, y que este año hace 25 años que desempeña este tan honorable quehacer.
Ahora, voy a citar unos versos del conocido poeta Gerardo Diego:
“YA
DESNUDAN AL QUE VISTE
A
LAS ROSAS Y A LOS LIRIOS,
MARTIRIO
ENTRE LOS MARTIRIOS
Y
ENTRE LAS TRISTEZAS TRISTE
QUÉ
SONROJO TE REVISTE,
COMO
TU ROSTRO DEMUDAS
ANTE
AQUELLAS MANOS CRUDAS
QUE
TE ARRANCAN LOS VESTIDOS
DE
SANGRE Y SUDOR TEÑIDOS
SOBRE TUS CARNES DESNUDAS.”
Estos
hermanos cofrades fueron pioneros en dar a Ciudad Real una Semana Santa más
viva, más abierta y con aires nuevos. Y fue a partir de este momento cuando la
sobriedad de costumbres castellanas se dejó contagiar por la pasión y el
sentimiento sevillanos. Se emperazon a dejar atrás los Pasos llevados a ruedas,
sonidos de lejanos tambores, constantes
redobles y cornetas pausadas que antaño
inundaban nuestras calles capitalinas.
Por aquel entonces, en los nuevos cambios nos empezaron a acompañar dos
tipos de bandas de música: agrupaciones musicales o bandas de cornetas y
tambores en el Cristo, y las agrupaciones musicales de palio para nuestra
Madre. Incluso, llegamos a pasear con tres bandas, situándose la tercera en la
cabecera de la procesión, detrás de la Cruz de guía. Y digo más, hasta fuimos
acompañados por un miembro de la Realeza
española: Don Leandro de Borbón.
Esa estación de penitencia fue especialmente espectacular. ¡Qué grandiosidad!, ¡qué manifestación de fe tan viva podía respirarse en el ambiente pascual!, ¡qué orgullo, qué emoción, qué devoción, qué pasión por acompañaros a ti Madre y a tu amado Hijo!
Aun recuerdo el saludo en la Puerta de la Umbría de San Pedro, con una multitud de fieles que se agolpaban en la calle Lanza.
“MARAVILLOSAS MARCHAS TE RESUENAN
PARA
QUE ACOMPAÑEN A TU PASO
LLENAS
DE CANDOR, DE DEVOCIÓN, Y DE FE
MECIDA A LOS COSTALES
DE
LOS MAS FERVIENTES SEGUIDORES
TUS
COSTALEROS Y DE SUS CAPATACES
TODOS
CON LA SUBLIME MISIÓN DE ELEVARTE
DE
PASEARTE Y DE COREARTE
AL
SON DE SUS INIGUALABLES
DISPOSICIONES:
TODOS
POR IGUAL VALIENTES!!!
¡¡¡AL
CIELO CON ELLA!!!
¡¡¡IZQUIERDA,
ATRÁS!!!
¡¡¡A ESTA ES!!!
Nuestra casa de Hermandad fue la primera en Ciudad Real. Fue bendecida en diciembre de 1992. Igualmente, y si mi memoria no me falla, también nuestra cofradía introdujo en la Semana Santa la petalá a la virgen, al pasar desde el pasaje de la Merced y alcanzar su plaza homónima a nuestra madre del Consuelo, cayendo sobre su palio miles de pétalos, justo antes de iniciar el saludo a la cofradía de la Virgen de las Angustias.
- He de reconocer que en pocas ocasiones he
tenido el inmenso placer de vivir este momento tan mágico, porque suelo
acompañar al paso de misterio…
Suelo procesionar hace mas de 15 años en los primeros tramos acompañando al libro de Reglas, entidad importante en una Hermandad como la nuestra. Y cuyos nazarenos deben jurar al entrar a fomar parte de nuestra cofradía. También fuimos los de la flagelación los que comenzamos a procesionar mostrando el libro de Reglas, custodiado hasta el día de hoy por sus dos varas de acompañamiento.
En palabras de Moreno Linares diré:
“ALLENDE
EL ALTOZANO PASAN
LLENO
DE UN BLANCO HALO
LAS
INHIESTAS BELLOTERAS.
POR
EL BARRIO, LA VIRGEN SE
ALZA
NUEVA SU CAPA DE ORO
BRILLANTE
Y PURAS TELAS.
AZUCENAS,
VELAS, NIÑAS DAMAS,
DAMAS
VIEJAS.
VIEJAS
ALHAJAS DE OJAL,
MANTILLA
Y PAMELA
BACULOS,
PENDONES, TRAJES GRISES,
GRISES
CERDAS,
CERDAS
PULIDAS, BASTONES Y
LAS
CINTAS DE HEBRA
PROFESAN
LOGOSANOS ALTIVOS
POR
LA CUESTA.
NEGRAS
PEINETAS Y TRICORNIOS
Y
BATAS NEGRAS
TRAS
LA SEÑORA DEL CONSUELO
FASTUOSA Y ESBELTA.”
Rondaría el año 2000, y nuestra madre aún no disponía de mucho ajuar. Aun así, su inestimable camarera Prado Alcázar se esmeraba con inigualable entrega, cariño y devoción para que nuestra Virgen fuera la más admirada de la Semana de pasión. Y como si la guiaran los mismos ángeles, vestía a nuestra Madre con sutileza y con elegancia, colocándole tocados nunca vistos en Ciudad Real hasta entonces. Y esta impronta ha sido heredada por nuestro actual grupo de camarería, que siguen realzando la belleza y el sentimiento de nuestra titular, año tras año.
Yo misma le ofrecí a Prado el velo de mi traje de novia para que lo aprovechara en hacer tocados para nuestra Madre. De esta manera, consideré que algo mío estaría cerca de su corazón. Y así fue, cada vez que yo la admiraba, vestida la virgen en cultos, en procesión o simplemente en la iglesia de Santo Tomás, le preguntaba:
-Prado, ¿ese tocado es de mi velo? Y como ella me dijera que sí, se me entrecortaba la respiración en un ahogo de emoción que sentía muy dentro de mí.
Gracias, Prado, por tu dedicación, por tu devoción hacia nuestra Madre, que fue la más guapa que paseara por nuestra ciudad en esos días de fe, de recogimiento y de consuelo…
Por eso ahora proclamo:
“CUÁNTOS
AÑOS TE ACOMPAÑÉ
CON
LAS VELAS BLANCAS
BLANCAS
DE TU PUREZA
DE
TU ENTREGA Y DE TU AMOR.
CUÁNTAS
VECES FUERON
PERDÍ
LA CUENTA…
TANTAS
VECES ALUMBRÉ TU CAMINO
CON
MIS REZOS MUDOS
CON
MI ROSARIO EN MANO.
EN
VUESTROS TRASLADOS
MOSTRANDO
MI ROSTRO A TODOS
DEJANDO
VER MI DEVOCIÓN
Y
MI ALEGRIA
POR
FORMAR PARTE DE TU CORTE.
OTRAS
VECES LO HICE
BAJO
MI CAPILLO
REZANDO
EN LA SOLEDAD
Y
EN LA HUMILDAD
EN
EL ANONIMATO Y EN LA PENITENCIA.
Y A VECES, AUNQUE EL FRIO DOLÍA
ENTRE PADRENUESTROS Y AVEMARIAS
ESA SENSACIÓN SE DESVANECIA.
PUES
REZARTE Y HABLAR CONTIGO
LO
CURA TODO
LO
PUEDE TODO
Y
LO CONSUELA TODO.”
Año
tras año, yo deseaba que pasaran rápidos los días, sabiendo que pronto os
acompañaría al paso de las marchas de nuestra madre como:
Mater
mea, Caridad del Guadalquivir, Pasan los campanilleros, Mi amargura, Virgen de
las aguas, La Madrugá, Macarena.
Y
tambien de las que disfrutamos al paso de nuestro padre como:
La saeta, Hermanos costaleros, Humildad y soledad, Oh bendita estrella, entre otras.
¡Y cómo voy a olvidar nuestro paso por el Camarín y el saludo a nuestra Virgen del Prado! A esas horas, ya anochecido, el frío, el hambre, la sed y alguna que otras necesidades ya empiezan a hacer mella en el cuerpo… Nuestros diputados de tramo nos animan siempre en esos momentos de flaqueza, y nos reconfortan sin dar tregua al desaliento.
Qué emocionante es nuestra parada ante las monjas del Doméstico. Cuánto amor y fe allí se respiran. Qué entrega sin medida rezuman los cánticos de esas voces jóvenes, y esas otras, ya fatigosas de haber dedicado sus vidas a ayudar a los que más lo necesitan.
Y qué os puedo contar de nuestro paso por la plaza de Santiago, ese intenso aroma a incienso que se adhiere a nuestra piel, y ese manantial de sentimiento que inunda el corazón y que nos deja sin aliento al escuchar, desde su clausura, a las monjas de la Cruz
Y ahora te canto, Madre:
“POR
FIN TE VEO LLEGAR
YA
CALMOS MIS PIES
SOBRE
LOS FRIOS GUIJARROS DE LA PLAZA.
ABSORTA
EN TU PASO LIGERO,
ELEGANTE
Y ALTIVO
LAS
LAGRIMAS VIENEN A MIS OJOS
AL
PRESENCIAR TANTA HERMOSURA
Y
TANTO CONSUELO.
MAS
CON LA PENA DE PERCIBIR
QUE
HASTA DENTRO DE UN AÑO
NO
VOLVEREMOS A ESCOLTARTE,
UNA
VEZ MAS,
VOLANDO
SOBRE TUS ANDAS
AL
SON DE TUS MARCHAS
Y
MECIDA POR TUS COSTALEROS
QUE
SON TUS PIES MAS FIELES.”
Y llegaron los hijos. Y entre todos ellos, los mios. Juan, Maria del Camino y Maria de Alarcos. Que me acompañan desde su mas tierna infancia en nuestro caminar por las calles cada miercoles santo, y que siguen mis pasos en la devoción cofrade .
Recuerdo a Juan de mi mano. Tenía dos años, el que hoy me llena de orgullo por llevar a costal a nuestro Padre de la bondad en la proxima estación de penitencia . Algo así me imaginaba yo de este mi retoño, que nació la noche de un martes santo de 2005, víspera del Miércoles Santo de bondad y de consuelo…
¡¡¡Querido hijo!!! Tu padre desde el cielo y yo desde aquí te damos gracias por el gran honor que nos haces sentir. Tu padre, emocionado, estará contigo, en tu primera levantá, y en cada chicotá, en cada revirá… Y cuando oigas tu primer ¡¡¡AL CIELO CON ÉL!!!!, ceñido entre otras dos almas entregadas, entre los quejidos de la madera, y sumido en el olor a esfuerzo y a entrega generosa, a las órdenes de vuestro capataz, seremos todos una misma voz dándote, hijo mío, nuestro mayor apoyo.
Le quiero dar las gracias por su inestimable labor de capataz a nuestro querido Chefo, a quien recuerdo con cariño de muy joven cuando era costalero de la Virgen, y que yo observaba ciñéndose la faja de tela, incluso descuidando, a veces, sus prendas interiores.
José Luis, desde aquí te agradezco que hayas dado a Juan la oportunidad de honrar a nuestro Padre en esta estación de penitencia para que, junto a esos 47 incondicionales más que sostienen las trabajaderas, sigan inundándonos el alma de fervor año tras año.
Parafraseando a Rubén Lapuente, os digo:
“EL
PRIMER DOLOR
EL
QUE MAS DUELE
EL
QUE POR NUEVO MAS SIENTES
EL
QUE SI SABES QUE DESDE LA
PRIMERA
ROZADURA IRÁ LLEVÁNDOTE
LENTAMENTE
HASTA TU MUERTE
DEJA
EN TU ENTRAÑA UN TEMBLOR INSOPORTABLE
UN
PAVOR INFINITO.
SI,
EL PRIMER DOLOR DE JESÚS,
Y
CON EL FLAJELO: ESAS CORREAS
CUYAS
PUNTAS TIENEN
RABIOSOS
DIENTES DE PLOMO.
SI,
SU PRIMER DOLOR
CON
EL GRITO QUE ESTRENA LA GARGANTA
LUEGO,
UNA MIRIADA DE PEQUEÑOS
VOLCANES
REVENTARÁN Y ANEGARÁN SU ESPALDA
DE
ESE ROJO TERCIOPELO ESCONDIDO
SU
PRIMERA INOCENTE SANGRE DERRAMADA.”
Y llegaron las lluvias…
- Hubo algún año que no pudimos procesionar. Los suspiros se desbordaban. El guardapasos parecía un valle de lágrimas. Nos invadía la impotencia. La pena nos inundaba los corazones. No podíamos desfilar orgullosos por las calles de nuestra ciudad con nuestro Padre y nuestra Madre amados… Entonces, los observábamos y nos acercábamos a sus pies, a sus pasos, presignándonos para aliviarnos y así poder sobrellevar mejor nuestro vacío.
Y al poco de ese mismo instante, sentíamos nuestra esperanza ya emplazada en el año venidero. Nuestros corazones volvían a latir con fuerza por disfrutar 365 días más tarde de esta gratificante presencia. Asi, Este ya sería el primer gran día de la cuenta atrás.
Algún otro año, tras la larga espera de la deliberación de la junta de gobierno de nuestra hermandad, salimos con nuestros titulares, a pesar de la amenaza acuciante de lluvia. Yo rezaba para que el cielo aguantara las siete horas del recorrido. Rezaba con el alma ya desgarrada temiendo que pasase lo que pronosticaba el observatorio meteorológico de la base militar de Almagro… Ese año tuvimos que darnos la vuelta los nazarenos, mientras que los costaleros llevaron a los dos pasos de nuestros titulares a resguardo en alguna de las iglesias más cercanas. Así, cerca de la plaza mayor se quedó nuestro anhelo de procesionar nuestro recorrido íntegro.
Y llegaron las despedidas. Ese momento que sin quererlo aparece. Dejando ese halo de tristeza, y ese dolor tan profundo que deja esa invisible cicatriz que se graba indeleble en el pecho, ya para siempre.
En una de nuestras salidas procesionales el padre de Nuestro Hermano mayor se fue con nuestro padre celestial. Recuerdo que se sentía una gran congoja. Y un silencio roto por los susurros que nos traían la desafortunada noticia, y también roto por los suspiros de los que debajo del capillo no podían acallar su dolor.
Y
llegó el maldito COVID. Aquel fatídico año no pudimos acompañar a nuestros
titulares. Qué tarde aquella del Miércoles Santo de 2020. Aquella tarde yo no
hacía más que mirar las imágenes de nuestros titulares. No dejaba de visionar
antiguos vídeos, para intentar sobrellevar la pena que me producía esa especie
de abandono al que habíamos condenado a nuestras tantas veces veneradas
imágenes.
Entonces, nazareno, yo te canto:
“NAZARENO
DE MI VIDA
NAZARENO
QUE CAMINA
NAZARENO
VALIENTE
NAZARENO
GENEROSO
NAZARENO
QUE REZA
NAZARENO
QUE LLORA
NAZARENO
QUE ACOMPAÑA
NAZARENO
DE ESTA COFRADIA
NAZARENOS
QUE AQUI ESTAMOS
NAZARENOS
QUE AQUÍ ESTUVIERON
Y
QUE AHORA DESDE EL CIELO NOS ACOMPAÑAN
PEDID
A NUESTRO PADRE
QUE
NOS SIGA ILUMINANDO
QUE
A MI ME SIGA ALENTANDO
Y
A TRAVÉS DE LA VOZ DE ESTA HUMILDE PREGONERA
SE
HAGA DESCENDER
LO MAS HUMANO DEL SENTIR RELIGIOSO A LA TIERRA.”
Y llegará el futuro. Quiero citar en este momento al grupo joven de la Hermandad, que con su fuerza y su entrega son nuestro porvenir cofrade. Gracias por vuestro compromiso, empuje y tesón. Seguid así, nos dais aliento a los que nos vamos cansando.
No me gustaria dejar atrás en mis agradecimientos a nuestra junta de gobierno actual y a las anteriores desde la primera, cuyas decisiones y acciones, generosas y altruistas hicieron y hacen posible el progreso constante de nuestra hermandad. Gracias por vuestra dedicación.
Asi
mismo, quiero aludir a nuestro Hemano mayor, alma mater de nuestra cofradía,
sin cuya dedicación incansable, humildad, perseverancia, firmeza, compasión y
paciencia no hubiera sido posible que hoy nuestra Hermandad esté en el lugar
que merece dentro de la Semana Santa ciudadrealeña. Quiero recordar que en 1987
fue cofundador de nuestra hermandad. Impulsó la inscripción de los primeros
hermanos. En 1988, promueve la firma del contrato de la imagen de la virgen con
el escultor sevillano Manuel Ramos Corona, implicandose igualmente en la firma del contrato de la imagen de Nuestro
Padre Jesús de la Bondad, con el escultor tambien sevillano Fernando Castejon
López. Desde entonces y hasta nuestros dias ha dedicado su vida a la mejora
encomiable de nuestra cofradía. Además, hecho a destacar es que, siendo este,
presidente de las cofradías de Ciudad Real, se consiguió el reconocimiento de
nuestra Semana Santa de interés turístico nacional en el año 2006.
Ya mis palabras surgen fatigosas, y mi voz se muestra indolente, termina mi pregón, y yo, ahora , emocionada y agradecida, os imploro:
SAL A LA CALLE
CONSUELO
QUE CIUDAD REAL ESTÁ ESPERANDO
VER TU CARITA DE
CIELO
BAJO EL DOSEL DE TU
PALIO
TUS HERMANOS
COSTALEROS
ESPERAN DESESPERADOS
ESE GOLPE DE MARTILLO
QUE PONGA EN MARCHA
TU PASO
PARA SACARTE A LA
CALLE
PARA REZARTE BAILANDO
Y EN PEDESTAL DE
ALPARGATAS
MECER TU DIVINO
LLANTO
ESE LLANTO CRISTALINO
Y NARDO
CON CUYO DIVINO AROMA
LA CIUDAD SE VA
LLENANDO.
SAL A LA CALLE
CONSUELO
QUE CIUDAD REAL TE
ESTÁ ESPERANDO
PARA ACLAMARTE GOZOSA
LA REINA DEl 27 DE
MARZO!
LA
REINA DE NUESTROS CORAZONES!
LA
REINA CON SU DIVINO MANTO!
LA
REINA DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA,
AQUELLA
QUE NOS EMOCIONA TANTO
LA
MADRE QUE POR NOSOTROS VELA,
LA
QUE UN DIA AGOTÓ EL LLANTO ,
POR
NUESTRO JESUS DE LA BONDAD
AQUEL
AL QUE
AMAMOS TANTO
PARA
FINALIZAR ESTE PREGÓN
DESDE
AQUI OS ACLAMANOS
QUE
SEAIS SIEMPRE NUESTROS GUÍAS Y
QUE
NOS ILUMINEIS CADA MIERCOLES SANTO!
(
Poesia adaptada de Ángel Saez)