Un número todavía no determinado de pasos de Semana Santa darán forma a una de las iniciativas más llamativas en las que está trabajando el Consejo Arciprestal de Pastoral de en la capital con motivo de la celebración del Año de la Misericordia. Diferentes imágenes saldrán a algunos espacios públicos cercanos a las parroquias correspondientes para desde allí centrar actos de oración y reflexión, todo ello en una única tarde. El presidente del órgano autor de esta propuesta, Joaquín Gutiérrez -también es el párroco de San Juan de Ávila-, explicó que en su seno se encuentra representantes de todas las parroquias de la ciudad y de otras instituciones ligadas a la Iglesia, como es el caso de Cáritas.
De momento, se ha creado una comisión
mixta, integrada por cinco hermanos mayores y otros tantos integrantes del
Consejo Arciprestal con la idea de ir avanzado propuestas y fechas posibles. El
undécimo miembro de la comisión y su presidente es el propio Gutiérrez. Sus
expectativas pasan por tener definido el día lo antes posible. «En la cuaresma
las cofradías y hermandades tienen tantísima vida, que hay muy poco espacio
disponible», en especial cuando tampoco se desea que haya un obstáculo para las
actividades habituales del mundo cofrade. De las fechas dependerá también la
petición de permisos oficiales.
Otra de las cuestiones que tendrá que
decidir la comisión mixta es sí se sacan los misterios completos o sólo las
imágenes titulares, que en cualquier caso se seleccionarán por el episodio
concreto al que se refieren y su vínculo con la Misericordia.
Programa
amplio.
Claro que esta acción se desarrollará como parte de un programa más amplio, en
el que se busca mostrar la Misericordia de Dios a través de tres escenas
bíblicas, la del regreso hijo pródigo, la del perdón de Jesús a quienes le
hicieron crucificar y la del Buen Samaritano. De cada una de estas escenas
derivarán, a su vez, tres acciones concretas, de la que la salida de las
imágenes de Semana Santa a los espacios públicos será una de las vinculadas al
perdón desde el monte del Calvario.
En principio, se piensa en toda una
tarde con un horario amplio de actividades al que cada persona pueda sumarse de
forma individual y en el lugar que más le agrade. No sería necesario acudir a
todos los lugares, ni participar en determinados actos.
«Con motivo del Año de la Misericordia
se pretende hacer un ciclo más significativo de lo que habitualmente hacemos»,
precisó antes de añadir que las fechas más adecuadas para este programa serían
en algún momento de la cuaresma, «preferiblemente al principio». La iniciativa
sería una acto común de todas las parroquias, «pero también que tenga una
repercusión pública civil», añadió. Dicho de otra forma, una serie de
actividades que sean un llamamiento «a los cristianos practicantes, pero
también a los ciudadanos». Gutiérrez detalla que «estamos en un año
particularmente importante para la Iglesia», pero su mensaje es extensivo a
cualquier persona, pues a su juicio, «la Misericordia no es sólo un don de
Dios, sino que también es una actitud humana», que facilita la convivencia.
“Sin la Misericordia seríamos una sociedad excesivamente injusta o fría»,
sentenció.
De las tres escenas bíblicas que
servirán de eje a las actividades del Año de la Misericordia, la del hijo
pródigo orientará las actividades de carácter formativo, centradas en la
explicación de qué significa la Misericordia y cómo vivirla, lo que se podría
plasmar en tres conferencias.
El perdón de Cristo puede dar lugar a
una celebración penitencial y «un encuentro de todas las parroquias para rezar
juntos». El tercer punto sería ese ciclo público, para el que habría de
disponer de «cuatro o cinco lugares de oración», aprovechando las imágenes de
Semana Santa para mostrar «cómo Jesús vivió la Misericordia en los peores momentos
de su vida». Por último, el ciclo del Buen Samaritano, que es el que menos se
ha definido hasta ahora, buscaría la forma de salir al encuentro del otro.