Como es costumbre, el atuendo de la
Virgen cambia a finales de octubre, con motivo de la conmemoración de los
fieles difuntos que celebramos el próximo martes 1 de noviembre.
Con tal ocasión, tradicionalmente, se le
viste de negro y desde ayer ya se encuentra la Virgen del Consuelo con su terno
negro. En sus manos ponemos nuestra oración por el eterno descanso de nuestros
cofrades, familiares y amigos difuntos, en la confianza de que Ella presentará
nuestras intenciones a Nuestro Padre Jesús de la Bondad e intercederá por
quienes nos precedieron en el signo de la fe y duermen el sueño de la paz.