El sábado 23 de septiembre a las 20:00
horas, se celebró la Función de clausura de los actos que ha venido celebrando
la Cofradía, con motivo del XXV Aniversario de la Bendición de la imagen de
Nuestro Padre Jesús de la Bondad.
La Función estuvo a cargo del nuestro
Consiliario y Párroco de Santo Tomás de Villanueva, Rvdo. Sr. D. Antonio Ruiz
Pozo, y concelebrada por el sacerdote, D. Antonio Guzmán Martínez. La parte
musical corrió a cargo del coro de adultos de la Parroquia de San Pedro.
D. Antonio pronunció la siguiente homilía:
“Con
esta Eucaristía, clausuramos las celebraciones que, con carácter
extraordinario, la Cofradía de la Flagelación juntamente con la Parroquia de
Sto. Tomás, hemos organizado con motivo del XXV Aniversario de la presencia y
bendición de la Imagen de Ntro. Padre, Jesús de la Bondad entre nosotros. La
Liturgia, la Formación y la Caridad han sido los pilares sobre los que se han
sustentado todos los actos acaecidos a lo largo del año. Nos han servido para
conocer mejor al Señor, conocimiento que, para muchos, nos ha ayudado a
identificarnos más con Él y a amarle con más pasión y entrega. Conocimiento y
amor que han hecho posible que seamos mejores cristianos, que convirtamos
muchos aspectos de nuestra vida y que, con gozo desbordante, lo hayamos
mostrado públicamente por las calles de nuestra ciudad.
Todos,
seguramente, al término de estas celebraciones, tendremos el corazón lleno de
buenos deseos. Yo ruego al Señor de la Bondad que atienda todas vuestras
peticiones y que nos conceda todo lo que le pedimos, incluso aquello que no
merecemos por nuestros pecados.
¿Cuáles son mis deseos para vosotros? Pues que todas las celebraciones que hemos tenido
en este año extraordinario haga de vosotros hombres y mujeres extraordinarios:
esposos extraordinarios, padres extraordinarios, abuelos extraordinarios, hijos
extraordinarios, hermanos extraordinarios, novios extraordinarios, amigos
extraordinarios. Que la gente, viendo vuestro comportamiento, alaben vuestras
buenas obras y den gloria al Padre del Cielo.
Que,
como sois continuadores de una tradición y fe recibida, comuniquéis con alegría
la belleza de la fe contagiando a los que están heridos de secularismo e
indiferencia.
Que,
transformados por el amor al Señor de la Bondad, la gente os vea, no como
fanáticos de un sentimiento irracional, sino como cristianos que son gente
buena, sencilla, misericordiosa, preocupada por hacer el bien y que pregonan
abiertamente y con alegría su fe católica.
Que
como miembros de la Iglesia Católica, nunca olvidéis que no se puede ser
cofrade sin ser personalmente cristiano católico, y sin sentirse miembro
afectivo y efectivo de la misma Iglesia Católica, encarnada y visible en
vuestra Parroquia.
Que
siempre tengáis presente que el alma de un cofrade no se mantiene “en forma”
sólo a base de salidas procesionales, de encuentros festivos en las casas de
hermandades, o de perfeccionar los pasos y enseres de la cofradía. El alimento
principal es el de cualquier cristiano comprometido: Los sacramentos,
especialmente la Eucaristía, la oración personal y comunitaria, la lectura y
meditación de la Palabra de Dios, el testimonio de vida y la caridad.
Que
arméis “bulla”, no sólo en torno a un paso, sino en medio de vuestra familia,
de vuestros ambientes de trabajo, entre vuestros amigos y compañeros de
diversión. Sin imposición ni arrogancia, pero sí con claridad y firmeza,
siendo levadura, sal y
luz allá donde desarrolláis normalmente vuestra vida.
Termino
deseándoos a todos muchas felicidades y que el Señor de la Bondad nos colme de
bendiciones a todos”.
A la finalización de la Santa Misa, D.
Antonio Guzmán Martínez, en nombre de la parroquia nos hizo entrega de un
lienzo con las imágenes de nuestros titulares y el Cristo Resucitado que
preside el altar mayor.