La Iglesia Católica inicia hoy, con el
Miércoles de Ceniza, el tiempo litúrgico de la Cuaresma en el que, durante 40
días y a través de la vivencia del ayuno, la oración y la limosna, los fieles
se preparan para la Semana Santa en la que se actualizan los misterios de la
Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.
En este tiempo los fieles están llamados
a trabajar de manera especial en la conversión personal, exhortación que
durante la imposición de las cenizas expresa el celebrante con las palabras:
"Convertíos y creed en el Evangelio".
Asimismo, con la expresión
"Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás" se recuerda la
caducidad y fragilidad de la vida humana en la que la muerte es un destino
inevitable.
En la Roma antigua, los fieles
comenzaban con una penitencia pública el primer día de Cuaresma en el que eran
salpicados de cenizas, se vestían con un sayal y estaban obligados a mantenerse
alejados hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo.
Cuando estas prácticas cayeron en desuso
entre los siglos VIII y X se comenzó a colocar las cenizas en las cabezas de
todos los miembros de la congregación.
Actualmente los fieles son marcados con
una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en
el Domingo de Ramos anterior.
Lea el Mensaje del Papa Francisco para
la Cuaresma 2018: http://www.conferenciaepiscopal.es/mensaje-del-papa-francisco-la-cuaresma-2018/