Son los capataces de los pasos del
Cristo de la Bondad y la Virgen del Consuelo
José Luis Serrano y José María Pastor miran al cielo y las nubes que les permitirán procesionar este Miércoles Santo
Regreso a buscar el abrigo de tu manto y el consuelo que calma mis penas. Aunque son muchas, cada una lleva consigo la ternura y la paz que encuentro en tu mirada. Padre, te pido la bondad que necesito para cargar con esta cruz que a veces se siente tan pesada. Madre, te ruego que me brindes el consuelo que anhelo, incluso cuando parece esquivo y me pierdo en su búsqueda.
José Luis Serrano “Chefo”, por tradición familiar, es hermano del Silencio. Su padre era hermano del Silencio y durante toda su vida ha hecho la estación de penitencia, hasta que hace unos años, por salud, dejó de hacerlo. Nuestro protagonista era cofrade, le gustaba la Semana Santa. Pero es en el año 1991 cuando sale por primera vez la Cofradía de la Flagelación a la calle. En este caso salió únicamente con la Virgen del Consuelo. Lo vio en la calle, le gustó y se hizo hermano. Al año siguiente, desde el año 1992, es hermano de la cofradía.
José María Pastor, “Pastor” para el entorno cofrade, llega al mundo del martillo con apenas 26 años. Antes había tocado el martillo de hermandades de gloria, como la Virgen de la Cabeza, pero como capataz titular comienza en el año 2000 en el llamador de la Virgen de su hermandad, la Virgen del Consuelo. También destaca su participación en los equipos de dos revolucionarios de la Semana Santa ciudarrealeña, como fueron Marcelino Abenza y Juan Carlos Naranjo
José Luis Serrano “Chefo”
Pregunta: ¿Cuándo decide formar
parte del mundo del costal?
Respuesta: Empecé directamente como costalero. En ese momento tenía 18 años y ya quería ser costalero. Lo había intentado en la Hermandad del Silencio, pero en aquel momento las cuadrillas estaban abarrotadas de gente, y no pude entrar. Por lo tanto, entré directamente como costalero de la Virgen del Consuelo.
P: ¿Qué se vive debajo del paso? Porque también ha habido un relevo generacional importante. ¿Cómo cree que ha evolucionado?
R: Sí, la verdad es que la Semana Santa de ahora tiene poco que ver con la de entonces. Se ha evolucionado sobre todo en cuanto a la estética y en cuanto a la manera de portar los pasos. Es decir, ahora lo que prima son los pasos a costal, no a un hombro como era el caso del silencio. Es verdad que ha habido un cambio por otra forma de entender la Semana Santa en la calle.
P: ¿Qué se respira debajo del paso?
R: Es complicado explicarlo si no se ha vivido. Se pasan momentos duros porque al final no deja de ser un trabajo físico soportando un peso, un peso cada vez más grande. Pero se viven momentos muy bonitos, momentos muy emocionantes, hay mucho compañerismo, se establece una serie de relaciones personales con los componentes de la cuadrilla. Se crean unos lazos de unión bastante fuertes. Lo que se vive debajo del paso es muy bonito.
P: En el caso de la Flagelación, sois pioneros en cuanto al sentir y el vivir dentro de una hermandad, de una cofradía. No sólo os reunís en Semana Santa, sino que, también, hacéis esa labor de Casa de Hermandad, esa convivencia de la que me hablaba antes. ¿Cómo es, no solo sacar el paso, no solo ser costalero, sino esa vivencia más allá de lo que es el Miércoles Santo?
R: La gran revolución vino también un poco por eso, más allá de la cuestión estética de la que hablábamos antes de la cofradía en la calle, el principal cambio, el más importante, fue que se pasó de vivir la Semana Santa los días de Semana Santa, y los previos de cuaresma, que ni siquiera era toda la cuaresma, a vivirla durante todo el año. A lo largo del año tenemos tertulias cofrades, tenemos blogs en internet, podcasts, casas de hermandad donde la gente se reúne durante todo el año. Es decir, la Semana Santa ya se vive los 365 días del año.
P: Lleva uno de los pasos más importantes, artísticamente, de la ciudad. Es uno de los grupos escultóricos más llamativo. ¿Cuéntenos de qué se compone?
R: El paso del misterio es un paso muy grande, muy voluminoso, muy pesado. De hecho, de los que se llevan con costaleros es el paso más pesado de la Semana Santa de Ciudad Real. Es un grupo escultórico muy llamativo, fundamentalmente porque lleva un caballo en lo alto, entonces a la gente le llama mucho la atención. Son muchas figuras, además con ropaje muy vistoso. Estamos empezando a dorar, estamos en la primera fase de dorado del paso, lo cual también lo hace muy llamativo. Visualmente es un paso que llama mucho la atención porque es muy bonito. El Cristo de la Bondad nace de la gubia de Fernando Castejón y el resto del conjunto escultórico y su composición se debe al imaginero sevillano Ramos Corona, autor, también, de nuestra Virgen del Consuelo.
P: ¿Cuántas piezas componen el grupo escultórico?
Son dos sayones que van azotando al Señor, un romano a caballo, un romano que va a pie y un Sanedrita que va en conversación con el romano que va a pie.
P: ¿De cuántos kilos estamos hablando?
Pues hace poco, el año pasado fue, o hace dos años, un cofrade de otra cofradía que es guardia civil, se llevó las básculas estas con las que pesan los camiones. Le pedimos por favor que si podíamos también pesar nuestro misterio. Sin faldones, sin cera, sin flores y sin el Cristo, pesó unos 1.900 kilos. Con lo cual calculamos, aproximadamente, que puede alcanzar fácilmente los 2.100 ó 2.200 kilos.
P: ¿Cuánta gente va debajo?
R: 48. Hacen relevos. Este año tenemos casi dos cuadrillas. Cada 40 minutos, más o menos, hay un relevo.
P: ¿Cómo puede ser que usted tenga casi dos cuadrillas en el Cristo de la Bondad y haya pasos que al final procesionan a ruedas porque no hay costaleros? ¿Qué se está haciendo mal?
R: Pues, buena pregunta. No lo sé, yo tampoco me atrevo a decir que haya gente que lo está haciendo mal. Imagino que será un cúmulo de muchas circunstancias. Lo llamativo que es el paso, el trabajo de la hermandad a lo largo de todo el año, del trabajo que se ve en la calle y que los chavales cuando lo ven dicen, bueno, pues yo me quiero meter aquí. Supongo que será un compendio de muchas cosas.
P: ¿Cuándo llega a darle por primera vez al martillo, al llamador del Cristo de la Bondad?
R: Mi primera Semana Santa es en el 2006. Yo previamente había sido costalero de la Virgen, salí también en el equipo de capataces de la Virgen en el año 2000 hasta el año 2005, y después de la Semana Santa del 2005 el anterior capataz decidió irse por motivos personales, y la hermandad en mayo de 2005 me nombró a capataz.
P: ¿Qué es lo más complicado de esta función dentro de la hermandad?
R: Somos mucha gente, entonces, digamos, contender con tanta gente. Al final, por ejemplo, como hemos dicho, tenemos muchos relevos. Hay sitios importantes donde a la gente le gusta estar debajo del paso, que no puede estar porque están otros compañeros, con lo cual puede haber algún que otro enfado. La principal misión mía es igualar bien. Es decir, repartir equitativamente todo el peso entre la cuadrilla, que no vaya alguien con más peso que otro. Hay un margen de error, obviamente. Con los años vas adquiriendo experiencia y vas mejorando la manera de hacerlo.
P: Dentro de la estación de penitencia, ¿podría decirme un punto del recorrido que considere más emocionante?
R: Nosotros tenemos varios puntos. Lógicamente, La Merced, que fuimos la primera hermandad que pasamos por el Pasaje de la Merced. Además, la primera fue la cuadrilla del Cristo. Para nosotros pasar por el Pasaje de la Merced tiene un significado muy especial, es un momento muy emocionante, digamos que lo tenemos como algo propio. Tenemos otro momento muy emocionante que es en el camarín de la Virgen del Prado, donde volvemos el paso a la patrona, y ahí siempre dedicamos una ‘levantá’ a todos los costaleros que ese año hayan sido padres, tanto a ellos como a sus mujeres y a los niños recién nacidos.
P: ¿Está valorada la labor de capataz dentro de la hermandad?
R: Yo creo que
sí. Lo importante es el equipo. Este año iremos cuatro subcapataces y yo. El
quinto será mi hijo pequeño, que quiere ser costalero, y que todavía no tiene
edad para hacerlo. Nos va a ayudar a hablar con la banda o para hacer cualquier
cosa que surja. Realmente los cuatro que tenemos responsabilidad somos los
cuatro adultos. Dos van en las esquinas de atrás y dos van delante.
P: Es una posición con una alta responsabilidad…
R: Afortunadamente no hemos tenido nunca ningún percance. Alguna vez me he cargado yo algo, pero manualmente. Es una responsabilidad grande, y la exigencia dentro de la hermandad también es grande. Hay veces que estamos valorados de más en el sentido de que se nos da una importancia que a veces no tenemos. A lo largo del año hay polémicas y cambios de capataces en algunas hermandades y se habla mucho de ello.
P: Hace unos días hablaba con una actriz sevillana, María Galiana, y me comentaba que actualmente la Semana Santa de Sevilla ya no es lo que era. Comentaba que ahora sólo se le da importancia a los costaleros y las bandas,
R: Es cierto, la esencia de lo que dice lleva razón. Se nos da mucha importancia a capataces, costaleros y a la banda, a la música. Es decir, la música cofrade es uno de los elementos que ha crecido también mucho y que tiene una legión de seguidores, de friquis de la música cofrade, que le dan más importancia a eso que a lo que significa realmente lo que hacemos.
P: Visión de espectador. Hay veces que se crean unos tumultos de gente alrededor de los pasos que impiden al resto de los espectadores disfrutar del arte barroco en la calle, cada uno con el significado que le quiera imprimir. Son unas mareas humanas alrededor de los pasos…
R: Sí, porque la gente lo que quiere es estar cerca del paso, seguirlo, ir andando con él. Al final molestan al público que está en la calle.
P: ¿Saca algún otro paso más en Ciudad Real? ¿Cómo se definiría? ¿Cuál es su estilo?
R: Este es el único paso que saco. Es un paso muy alegre, es un paso que va haciendo cambios, es decir, en el caso de la música se va modificando la manera de andar, pero a la vez también es un estilo muy sobrio, en el sentido de que el paso va muy asentado, va con mucha elegancia. Cuando anda largo anda también muy elegante, pero en general es un paso muy vistoso y muy alegre.
P: ¿Hasta cuándo se ve de capataz?
R: No lo sé. Hasta que el cuerpo aguante. Lo que pasa es que aquí, en esto de las cofradías, hay gente que piensa que cuando está en un cargo parece como que lo ha ganado por oposición y va a estar allí toda la vida. Aquí, lo sabemos por experiencia, que cuando hay elecciones a hermano mayor puede entrar una persona con un equipo de gente para trabajar. No sé si aquí va a pasar, ¿no? El año que viene hay elecciones a hermano mayor… Por mí, pues hasta que tenga salud y tenga ilusión por sacarlo me veo en ello.
P: ¿Alguna vez le ha llamado la atención sacar algún otro paso?
R: Me han ofrecido ser capataz de otros pasos, pero por unos motivos o por otros lo he declinado.
P: Y dentro de su casa, como se suele decir, ¿cómo ve a la Virgen del Consuelo?
R: En la manera de andar, ¿te refieres? Bien, muy bien. En cuanto al resto, el grupo de camarería cuidan muy bien las dos imágenes, además lo hacen con mucho gusto, y la verdad es que lo hacen muy bien. Solamente hay que ver cómo está la Virgen para procesionar hoy.
P: ¿Le ha ocurrido alguna cosa emocionante, que pueda contar, durante estos años?
R: Hay momentos que me despiertan más ternura. Cuando, por ejemplo, una madre te pide por su hija que está enferma. Y eso sí me ha pasado varias veces. De gente con enfermedades graves que se han acercado y piden, o nos piden, que levantemos, que recemos por ellas. Se busca el refugio en las imágenes.
P: Aparte de no llover, ¿qué espera para esta Semana Santa 2025?
R: El año pasado no salimos, la ilusión está acumulada desde entonces. El año pasado ya entró gente nueva que no se ha estrenado todavía. Están con esa ilusión de poderse estrenar. Espero que tengamos un buen día, que podamos salir, que podamos repartir todo ese consuelo y ese refugio que busca la gente en las imágenes, que le guste, que rece, que se sienta protegido tanto por el Cristo como por la Virgen.
P: ¿Cuál es el momento más complicado para la cuadrilla de costaleros?
R: Hay momentos, por ejemplo, en la Merced, como decíamos antes, es un sitio muy especial para la cuadrilla, donde la gente se crece, y parece que llevan menos kilos. Cuando vamos para Santiago… Santiago es muy bonito pero las piedras de la plaza hacen complicadas las maniobras. Para mí, por ejemplo, como capataz, la estrechez que tenemos en la calle Feria esquina con Calle Prado. El hecho también de tener tanta gente, de tener tanto relevo, de una cuadrilla tan numerosa hace que esos momentos, a veces, prácticamente ni se noten.
P: ¿En algún momento se queda mirando al Cristo y entra en comunicación con él?
R: Sí. Aunque el Miércoles Santo estamos como más metidos en lo que es la cuadrilla, en cuidar a la gente, en medir las ‘chicotás’, en cuidarles, en que todo salga bien. Quizá luego todo eso se produce después, cuando llegamos al guardapasos, y se queda el paso en su sitio. Entonces, ahí ya sí que miras al Cristo y hay una comunión diferente. Durante el Miércoles Santo es, digamos, como que intentamos mantener la frialdad para poder hacerlo todo bien.
P: La conclusión que saco de esta conversación que estamos manteniendo es que el capataz es psicólogo, padre y madre de la cuadrilla…
R: Sí. Para ser costalero hay que tener fuerza en las piernas. Pero también hay que tener mucha fuerza mental, es decir, tienes que tener la mentalidad de saber lo que estás haciendo. Muchas veces nuestro trabajo, aparte de los ensayos, preparar a la gente, enseñarle y demás, es mentalizarles para lo que les espera. Es verdad que hay un trabajo psicológico en torno a eso, hay un trabajo de cuidar a la gente, de saber medir las ‘chicotás’, de saber en qué momentos puede el paso decaer y entonces saber animarles, de hacer todo un trabajo para cuidar la salud del costalero.
P: ¿Qué novedades tendrá el misterio este año?
R: El dorado. Se han dorado las dos esquinas del respiradero frontal y la cartela central del respiradero. La ropa del Sanedrita, y la banda, tenemos banda nueva. Con lo cual hay también marchas nuevas, marchas diferentes a las que hemos tenido años anteriores.
P: ¿Qué marcha, unida con el paso que dirige, es la música perfecta para el Cristo de la Bondad?
R: En la cuadrilla tenemos una que es la marcha Eternidad, que ahora se ha hecho famosa C. Tangana ha utilizado en un videoclip suyo. O un trozo de la marcha. Pero es una marcha con la que la cuadrilla se siente muy identificada. La nueva banda que traemos tiene muchas marchas y buenas, con lo cual, seguramente, a partir de este año se van a generar vínculos con otro tipo de marchas.
Fuente: https://www.lanzadigital.com/semana-santa/chefo-y-pastor-los-ojos-y-pies-de-la-bondad-y-el-consuelo/