Un nuevo año,
miembros de la Cofradía se unieron al grupo de peregrinos de la Hermandad de la
Virgen del Prado, que partió la madrugada del 15 de agosto, desde la Cruz en el
Piélago, donde asesinaron al Obispo mártir y su secretario, D. Narciso y D.
Julio, y que recorrió diferentes caminos hasta llegar a la Catedral de Ciudad
Real y encontrarse con la Virgen del Prado, asistiendo a la Misa del Peregrino
de las seis de la mañana.