martes, 10 de septiembre de 2024

LA VIRGEN DEL CONSUELO CON UNA CORREA A SAN AGUSTÍN

 

El origen de la advocación del Consuelo se halla íntimamente ligada a la vida de San Agustín, sintetizada en una piadosa tradición: Santa Mónica derramaba muchas lágrimas por su hijo Agustín, desviado de la fe que ella le transmitiera siendo niño.  La Virgen le habría consolado en su oración ferviente anunciándole la vuelta de su hijo a la Iglesia y le exhortó a expresar su penitencia vistiendo hábito negro y ciñéndose con una correa del mismo color. (por ello es muy habitual en las iglesias de la familia agustina encontrar imágenes de la Virgen María mostrándole una correa a San Agustín y a su madre Santa Mónica).