El pintor natural de Torrenueva Julián
de Campos Carrero murió este lunes en Badajoz y fue enterrado el martes en
Cáceres. Nacido en 1928, residía en Badajoz desde 1967 y fue en esa ciudad
donde desarrolló su carrera artística y docente, como catedrático de Dibujo en
el instituto “Zurbarán”. Miembro del Instituto de Estudios Manchegos -en el que
ingresó con una conferencia sobre la iglesia de Santiago el Mayor de
Torrenueva- fue esta institución la que publicó hace unos años el libro “Julián
de Campos Carrero. Un pintor y escultor manchego”, obra de Ana María Fernández
Rivero.
En palabras de la propia autora, en un
artículo publicado en Lanza en mayo de este año, Julián de Campos "es el
prototipo de artista polifacético y versátil, de sólida formación humanística y
de gran actividad artística (catedrático… pintor, escultor, dibujante,
miniaturista, diseñador de retablos, numerosos trabajos de restauración, obras
ornamentales, de arquitectura interior y exterior en edificios religiosos,
retablos, sillerías, altares y otros proyectos de artes menores, así como
encargos pictóricos y retratos). En el terreno de la ilustración, ha diseñado
varios libros. El artista siempre se ha confesado más pintor que escultor,
considerándose libre y amante del pasado pero sin someterse a una escuela
artística concreta. “…Yo pinto, desde desnudos del natural hasta escenas
costumbristas, bodegones, paisajes, temas de la tradición española... y luego,
pues pintura religiosa también. Una tercera parte de mi obra es religiosa,
porque la siento con toda mi alma".
Sus obras, más de 8.000, como también
recordaba Ana María Fernández en su artículo, pueden verse en numerosas
colecciones particulares de toda España y de países como Venezuela, Estados
Unidos, Canadá, Japón, Holanda o Portugal.
En 1991 le fue concedido por el papa
Juan Pablo II el título de “Pintor de la Virgen”, uno de los más significativos
reconocimientos entre los numerosos premios que recibió durante su larga
carrera artística.
Una de sus obras más importantes es el
monumental retablo de la iglesia de Santiago el Mayor, en Torrenueva, que él
regaló a su pueblo, al que "le tengo un cariño inmenso", según
manifestó en una entrevista concedida al diario Hoy de Badajoz en 2009, donde
también recordó que "sólo hay un retablo así en toda la provincia".
Es, según sus palabras, un retablo "gótico isabelino con pintura
hispano-flamenca y 26 cuadros, algunos de más de tres metros de altura".
En nuestra Cofradía donó en el año 2012,
las pinturas para las páginas centrales del libro de Reglas de las imágenes de
Nuestro Padre Jesús de la Bondad y María Santísima del Consuelo. (http://hermandadflagelacionciudadreal.blogspot.com.es/2013/02/nuevas-pinturas-para-el-libro-de-reglas.html)