lunes, 8 de enero de 2018

EL OBISPO INICIA SU VISITA PASTORAL AL ARCIPRESTAZGO DE CIUDAD REAL EL PRÓXIMO SÁBADO DÍA 13 EN LA CATEDRAL



El obispo de la Diócesis, Gerardo Melgar, iniciará el próximo sábado día 13 su primera visita pastoral que comenzará en las parroquias de la capital y que llegará a todos los pueblos de la provincia de Ciudad Real. Con la celebración de una solemne eucaristía, a las 12,00 horas en la Basílica Catedral, Melgar llevará a cabo, primero, una visita pastoral completa al Arciprestazgo de Ciudad Real que comenzará en las iglesias de la Merced, del 14 al 17, y de San Pedro, del 18 al 21 de enero.

Gerardo Melgar indicó, a finales de diciembre, que estas visitas pastorales siempre ayudan mucho al obispo a conocer su entorno y, además, sirven a los laicos para conocer al obispo. En este sentido anunció que su intención es realizar cada año una visita pastoral a un arciprestazgo de la provincia.

En Ciudad Real hay 10 parroquias, San Juan Bautista, San José Obrero, Ntra. Sra. de Los Ángeles, San Pablo, San Juan de Ávila, Santo Tomás de Villanueva, Ntra. Sra. del Pilar, Santiago, San Pedro y Santa María del Prado (La Merced). El obispo visitará cada una de ellas, celebrará la Santa Misa y se encontrará con el párroco y con los otros sacerdotes y con los fieles que colaboran en los distintos apostolados.

El programa de actos aún no se ha dado a conocer aunque a lo largo de este fin de semana sí se ha comunicado, en todas las parroquias de la capital, el inicio de esta visita pastoral y se ha repartido entre los fieles una oración, que se ha rezado de forma conjunta en todas las misas, pidiendo por los frutos de este momento de gracia.

La visita pastoral es una de las obligaciones que tiene el Obispo en la propia Diócesis. El Código de Derecho Canónico determina que “el Obispo tiene la obligación de visitar la Diócesis cada año total o parcialmente, de modo que al menos cada cinco años visite la Diócesis entera…” (Canon, 396). La visita pastoral forma parte de la tradición pastoral de la Iglesia y ha dado muchos frutos de vida espiritual en el pueblo cristiano; ayuda a construir la unidad de la Iglesia y a dotar a las comunidades cristianas y a las instituciones de la iglesia de un renovado dinamismo en la vivencia de la fe y en el compromiso de la caridad.