martes, 15 de septiembre de 2020

NUESTRA HISTORIA: EL PRIMER CUERPO DE ACÓLITOS CEROFERARIOS DE NUESTRA SEMANA SANTA



En los últimos años, la mayor parte de las cofradías, en especial las más cercanas a las formas sevillanas, han volcado importantes esfuerzos económicos en dotarse de acólitos ceroferarios --los que llevan los ciriales inmediatamente antes de los pasos-- o turiferarios, que son los que mueven incesantemente los incensarios justo detrás de los anteriores.

Para algunos responsables de la organización procesional, la presencia del cuerpo de acólitos es absolutamente imprescindible, hasta tal punto que, si no tienen ciriales propios, se piden prestados a otras cofradías, todo con tal de que no falten. Y hay ciriales que salen más de dos veces en una misma Semana Santa.

Los ceroferarios son casi siempre cuatro  y van dirigidos por un pertiguero, que a golpes de pértiga en el suelo ordena levantar, bajar, detenerse o caminar. Visten los acólitos del color de la cofradía y el pertiguero luce un ropón más o menos abigarrado, en ocasiones con un medallón que reproduce el emblema de la cofradía.

En nuestra Semana Santa los acólitos ceroferarios no existieron hasta el año 1991, cuando nuestra Cofradía los incorporó delante del paso de María Santísima del Consuelo, en nuestra primera salida procesional el Miércoles Santo del referido año. Fueron ciriales prestados, sin ningún valor artístico, que nos fueron prestados por la Parroquia de San Pedro y Santiago. Como en tantas otras muchas cosas, nuestra Cofradía fue la pionera de nuestra Semana Santa en la incorporación de ciriales delante de un paso.