Hoy domingo 29 de diciembre, el obispo presidirá la misa de inauguración del Jubileo 2025 en nuestra diócesis. La celebración comenzará a las 18:00 h. en la iglesia de San Pedro Apóstol. Desde allí, toda la comunidad saldrá en procesión hasta la catedral, donde continuará la misa. Esta tarde, entre las 17:00 h. y las 20:00 h. no habrá celebraciones de la Eucaristía en ningún pueblo de la diócesis. De este modo, se facilita que todos los sacerdotes y los fieles que lo deseen puedan participar en la celebración.
Con el fin de que los fieles de la
diócesis puedan peregrinar y obtener la Indulgencia Plenaria de este Jubileo,
se disponen cinco lugares de peregrinación con celebraciones periódicas:
-Santa Iglesia Prioral Basílica Catedral Santa
María del Prado de Ciudad Real. que celebrará la eucaristía jubilar cada primer
domingo de mes a las 12:00 horas.
-Parroquia de la Asunción de
Nuestra Señora de Valdepeñas, que celebrará la eucaristía jubilar cada
segundo domingo de mes a las 12:30 horas.
-Parroquia de Santa María de
Alcázar de San Juan, que celebrará la eucaristía jubilar cada tercer
domingo de mes a las 12:00 horas.
-Parroquia de la Asunción de
Puertollano, que celebrará la eucaristía jubilar cada tercer domingo
de mes a las 12:00 horas.
-Parroquia Santa María Magdalena de Malagón, que celebrará la eucaristía jubilar cada cuarto domingo de mes a las 12:30 horas.
Para obtener la indulgencia plenaria siguiendo las Normas de la Penitenciaría Apostólica sobre la concesión de la indulgencia durante el Jubileo Ordinario de 2025. Se establece que «los fieles que estén verdaderamente arrepentidos de sus pecados y cumplan las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Romano Pontífice) podrán conseguir la Indulgencia Plenaria para sí mismos, o aplicarla por las almas de los fieles difuntos en el curso del Año Santo en las siguientes ocasiones:
I. En las sagradas peregrinaciones hacia cualquiera de los lugares jubilares o encuentros jubilares establecidos en este decreto, participando devotamente en la santa misa u otras de las celebraciones reseñadas en las Normas citadas.
II. En las pías visitas a los lugares sagrados si, individualmente o en grupo, visitaran devotamente cualquier lugar jubilar y ahí, durante un periodo de tiempo adecuado, realizaran adoración eucarística y meditación, concluyendo con el Padre Nuestro, la Profesión de Fe en cualquier forma legítima e invocaciones a María, Madre de Dios.
III. En las obras de misericordia y de
penitencia, según se especifica en dichas Normas.
Los fieles que, por diversas circunstancias, no pudieran participar en las
ocasiones citadas, especialmente los ancianos, las monjas de clausura, los
enfermos, los reclusos y aquellos que, en hospitales u otros lugares de
cuidados prestan servicio continuo a los enfermos, pueden conseguir la
indulgencia con las mismas condiciones si, unidos en espíritu, recitan el Padre
Nuestro, la Profesión de fe y otras oraciones conforme a las finalidades del
Año Santo, ofreciendo sus sufrimientos o dificultades de la propia vida.
Por último, se pide a los sacerdotes facilitar, con horarios visibles en las cancelas de los templos, el acceso de los fieles a la confesión sacramental, así como en las parroquias que organicen peregrinaciones a los templos jubilares en la diócesis.