El Grupo Joven de la Cofradía, fue el
encargado de orar y meditar delante de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la
Bondad, el cuarto día de la misión
evangelizadora de Nuestro Padre Jesús de la Bondad en el Colegio de San José.
Al término de la misma depositaron un ramo de flores a los pies del Señor.
La meditación de este cuarto día fue la
siguiente:
HOY VAMOS A HACER LA REFLEXION Y ORACION
ANTE EL SEÑOR DE LA BONDAD, MIRANDO SUS HERIDAS, SUS LATIGAZOS, EL DOLOR FISICO
PRODUCIDO POR LOS AZOTES RECIBIDOS EN EL PATIO DEL PRETORIO TRAS ATARLE A LA
COLUMNA.
La flagelación en sí no fue un castigo
exclusivo para Jesús. Lo mandaba la ley. La flagelación era un preámbulo legal
a toda ejecución. Había una excepción: los ciudadanos romanos condenados a
decapitación no eran flagelados, sino fustigados con la fusta. Esto se hacía,
según Tito Livio, en el mismo lugar del suplicio, inmediatamente antes de la
decapitación.
Los condenados a crucifixión eran
flagelados habitualmente durante el trayecto que había entre el lugar donde se
dictaba la sentencia y el del suplicio. Muy raro, como en el caso de Jesús, que
se llevara a cabo en las dependencias del tribunal. Esto sólo se hacía en los
casos en que la flagelación era sustitutiva de la pena capital. El caso de
Jesús fue raro. Su flegelación no fue la legal que precedía a toda ejecución y
que se daba en el trayecto, camino del suplicio, sino que constituyó un castigo
especial, como veremos.
SE TIENE LA CREENCIA DE QUE ESTE CASTIGO
ESPECIAL SUCEDIÓ PORQUE LA IDEA PRIMERA DE PILATO ERA MOSTRAR AL PUEBLO AL REO
FLAGELADO Y HUMILLADO Y ASI CONSEGUIR LA CLEMENCIA DE LOS HABITANTES DE
JERUSALEM Y EVITAR QUE JESUS FUESE CRUCIFICADO.
Las correas de cuero del flagrun
taxillatum, cortaron en mayor o menor grado la piel de Jesús en todo su cuerpo:
en la espalda, el tórax, los brazos, el vientre, los muslos, las piernas. Las
bolas de plomo, caídas con fuerza sobre el cuerpo de Jesús, hicieron toda clase
de heridas: contusiones, irritaciones cutáneas, escoriaciones, equímosis y
llagas. Además, los golpes fuertes y repetidos sobre la espalda y el tórax,
provocaron, sin duda, lesiones pleurales e incluso pericarditis, (como
demostraremos en otra ocasión), con consecuencias muy graves para la
respiración, la marcha del corazón y el dolor.
Pero si en la parte externa Jesús quedó
irreconocible por las heridas y por la sangre, en el interior de su organismo
sufrieron también lesiones muy graves órganos vitales, como el hígado y el
riñón. Los golpes fuertes sobre la zona renal, instauraron sin duda, una
disfunción en los riñones. Lo mismo podemos decir sobre el hígado, donde
provocaron también una disfunción del mismo. A esta disfunción o insuficiencia
hepato-renal, junto a mayor pérdida de sangre, fueron acompañadas de cambios
electrolíticos y de otros parámetros biológicos con todas las consecuencias
gravísimas para la supervivencia.
NUESTROS FUNDADORES DECIDIERON QUE EN
NUESTRA CATEQUESIS PUBLICA CADA MIERCOLES SANTO MOSTRASEMOS EL MISTERIO DE LA
FLAGELACIÓN Y DESDE ENTONCES NUESTRO PUEBLO SABE Y ENTIENDE LO QUE SUFRIÓ
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN EL MOMENTO DE SER AZOTADO.
NUESTRA MISIÓN EN ESE SENTIDO LA ESTAMOS
CUMPLIENDO.
PERO Y LA OTRA MISIÓN ENCOMENDADAD?. ¿LA
CUMPLIMOS?. ESTAMOS CONSIGUIENDO CURAR LAS HERIDAS DE LOS LATIGAZOS?
ESTAMOS CONSIGUIENDO DISMINUIR EL DOLOR
OCASIONADO? O ¿AZOTAMOS NOSOTROS AL SEÑOR CADA DIA?
NUESTROS ODIOS SON LATIGAZOS.
NUESTRA INCOMPRENSION CON LOS DEMAS
NUESTRAS DISPUTAS
NUESTROS GRITOS
NUESTRA FALTA DE CARIDAD
NUESTRA FALTA DE PERDON
NUESTRA HIPOCRESÍA
LATIGADOS QUE SEGURO QUE DUELEN MAS A
JESUS QUE LOS RECIBIDOS EN EL PRETORIO.
TENEMOS QUE DEJAR DE SER SAYONES.
TENEMOS QUE INTENTARLO.
ESTA CUARESMA QUE DA PASO A LA SEMANA
MAS SOÑADA PUEDE SER EL MOMENTO DE CONSEGUIRLO.
GUARDEMOS NUESTRO LATIGO
DESATEMOS AL SEÑOR DE LA COLUMNA
Y CUREMOSLE LAS HERIDAS CON AMOR
CON AYUDA A LOS DEMAS
PORQUE COMO EL NOS DIJO :
CADA VEZ QUE LE HACES ALGO A TU HERMANO
ME LO HACES A MI.
AMARRADO A LA COLUMNA
ESTÁ JESUS MANIATADO
SOPORTANDO LOS DENUESTOS
DEL POPULACHO ENDIABLADO
SUFRIENDO PLACIENTEMENTE
LOS TREMENDOS LATIGAZOS
QUE AQUELLOS FIEROS VERDUGOS
DESPIADADOS, LE ESTAN DANDO.
NO HAY UN REPROCHE EN SU GESTO
NI UNA QUEJA DE SUS LABIOS.