miércoles, 8 de marzo de 2017

COMENZÓ LA MISIÓN EVANGELIZADORA EN EL COLEGIO DE SAN JOSÉ DE JESÚS DE LA BONDAD



El lunes comenzó la misión evangelizadora de Nuestro Padre Jesús de la Bondad en el colegio de San José. Por la mañana empezaron a pasar diferentes clases del colegio, por la iglesia de este centro educativo.

Por la tarde de 17 a 20:00 horas, permaneció la capilla abierta para poder orar delante de la imagen de Jesús, pasándose una representación de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Prado-La Pasión, banda que acompaña cada Miércoles Santo el paso de misterio, quien depositó un ramo de flores a los pies de Nuestro Padre Jesús de la Bondad.


A las 19:30 se realizó una oración preparada por Alejandro Simón Castillo sobre los pies de Jesús, dirigida a las cuadrillas de los pasos de la Cofradía, que a continuación reproducimos:

En la vida rutinaria, en nuestro día a día, nuestros pies y nuestras manos son cuatro elementos fundamentales en los que basamos nuestras rutinas. Comer, beber, escribir, conducir, andar, hacer deporte, subir escalones. Nunca sabremos verdaderamente el valor que tienen. Solo aquellas personas que tras un accidente o una enfermedad los pierden o dejan de moverlos son los que valoran lo que han perdido.

Los pies, son para los cofrades un instrumento fundamental. Son  el misterio para caminar y hacer camino. Para seguir a Jesús.


En los evangelios de MATEO, MARCOS y LUCAS, JESUS nos dice “COGE TU CRUZ Y SIGUEME”. Por eso  nosotros los cofrades, ponemos una cruz de guía delante del cortejo de nuestras hermandades. Y es a partir de esa cruz donde caminamos peregrinos por las calles dentro del cortejo que acompaña al señor.

Algunos caminan como nazarenos alumbrando al Señor (YO SOY LA LUZ DEL MUNDO).

Otros lo hacen como penitentes llevando una cruz, unas cadenas o portando alguna insignia de la hermandad.


Algunos descalzan sus pies para hacer el sacrificio mayor.

Pies que buscan caminar para redimirse del pecado paso a paso, esquina a esquina, calle a calle.

Hasta llegar a los pies de la parihuela bendita que lleva su imagen.

Hasta llegar al tupido faldón que tapa el sacrificio.

Hasta llegar a ti. EL COSTALERO.


Tu eres los pies del Señor durante todo el recorrido. Los demás hermanos han ido abriendo camino pero el Señor necesita de ti para seguir, para moverse , para poder caminar por las calles y presentarse al pueblo que le rece, que le pida , que le implore.

Duro caminar el del costalero. Bendito andar el de tus pies. Bendito racheo costalero.

Y arriba. Encima de ti, costalero. Los pies del SEÑOR. Los que más sufren. Los que aguantan el peso de todo el dolor, levanta tras levanta, chicotá tras chicotá. Esos pies que ya empiezan a perder la encarnadura con el paso de los años, con el paso de los besos que le vamos dejando uno a uno en su Iglesia de Santo Tomás. Porque al Señor se le besan las manos , porque es Rey, pero también se le hace besapies en señal de humildad hacia él. Sus pies , llevan miles , millones de besos desde aquel día des hace 25 años en que llegó a nuestras vidas.


Esos pies que son incapaces de andar si tú no les das vida. Si tú no haces posible que caminen entre rezos y llantos de la gente que lo espera en las aceras.

Es cuaresma. Es tiempo de Perdón. También es tiempo de beso. Como el Beso que ofrece Judas para pedir el perdón eterno. Un beso en los pies del Señor con cariño, con fe y arrepentimiento.


Y un beso a tus pies costalero. A tu esfuerzo y a tu sacrificio. A tu lucha contra todo. A tu tesón y al tiempo que empleas en ensayar y en colaborar con tu hermandad.

Y una petición, mi amigo costalero. Cuando ya no te queden fuerzas, cuando no puedas ser costalero, no te arranques los pies. Entrégalos a otra dicha. Hazlos caminar bajo una túnica y acompáñalos con un cirio. Que la vida del cofrade no se acabe en el costal.
 

A los pies de Jesús estoy sentado
admirando su amor para mi,
aprendiendo de él su carácter,
esperando que venga por mí.


A los pies de Jesús estoy sentado
y es tan cómodo estar siempre así,
no hay temor ni premura a su lado,
es seguro estar siempre aquí.

A los pies de Jesús llevó tiempo,
y no pienso en pararme jamás,
aunque vengan tormentos y dudas,
es aquí donde quiero morar.


A los pies de Jesús hay victoria,
hay mil cosas que no puedes comprar,
ni teniendo los bienes del mundo,
solo el justo las puede alcanzar.

A los pies de Jesús hoy sentado,
le doy gracias por su amor para mi,
por darme otro año de vida,
y enseñarme por El a vivir.