La localidad cordobesa de Aguilar de la
Frontera, formada por 13.000 habitantes, fue noticia el pasado mes de enero en
todo el país debido a la obsesión de su alcaldesa, la comunista Carmen Flores,
de retirar la cruz del complejo de las Carmelitas Descalzas en la supuesta
aplicación de la ley de memoria histórica.
El domingo 17 de enero, el propio obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, celebró misa en esta localidad e hizo mención a este ataque gratuito y furibundo a los sentimientos religiosos.
En su homilía aseguraba que “hay quienes piensan que los sentimientos religiosos no cuentan y no es así. Claro que cuentan. Un claro ejemplo es que esta misa en Canal Sur está dando unas cifras de audiencia magníficas porque el pueblo andaluz es un pueblo religioso”, indicó.
A su vez, pidió a los cristianos que defiendan sus sentimientos religiosos, que “nadie los toque” y que pidan respeto hacia ellos. “Que no nos toquen nuestros sentimientos, porque al igual que nosotros somos respetuosos también en la convivencia de cada día, queremos que lo sean con nuestros propios sentimientos religiosos”, instó.
