martes, 13 de julio de 2021

BONDAD Y CONSUELO TODO UN ENCUENTRO

 

Sin  buscarte te encontré, como el que encuentra a su amor detrás de una esquina sin pensarlo: Me quedé quieto contemplando tu cara sin saber ni cómo te llamabas, ni si era la primera -vez que recorrías Ciudad Real. La sorpresa se convirtió en emoción, devoción y seguí tus pasos para poder asegurarme de lo que estaba viendo y sintiendo.

Al dejarte pregunté ¿quién es? y me respondieron "Consuelo" y tu nombre y tu imagen  se quedaron grabados en mis oídos y mis retinas. Poco a poco supe más de tí y de tu joven cofradía, que nació allá por 1983 y que ese año de 1991 te estrenaban y sacaban a la calle con la ilusión del "bien hacer".

Al siguiente año fui yo quien te buscó y de nuevo, fui sorprendido al comprobar que ya no eras, Tú la única, que era tu hijo quien te precedía. Jesús atado a una columna, flagelado, humillado pero con toda la cara llena de amor y bondad. Y la sencillez se hizo esencia y de nuevo sentí la emoción en mi carne cuando sus costaleros le dieron vida, con un saber y un respeto que hicieron conmovernos a todos los presentes. Y después saliste tú Madre del Consuelo y comprobé cuanto te quería tu  joven cofradía, dejaste de tener como palio las estrellas para que el terciopelo y la plata conformaran la belleza de tu paso. Tu manto desbordaba sobre los claveles blancos y de nuevo volví a ver tu cara. Cómo retener tantos sentimientos en tan poco tiempo.

El año pasado volví a verlos, como quien vuelve a ver su gente querida. Pero ya iba, hasta cierto punto, en busca de mi cofradía, en busca de Jesús de la Bondad y María Santísima del Consuelo que habían hecho posible qué comprendiera el sentido de la Semana Santa. Y -los vi salir, los esperé en la Plaza de Santiago y me apretuje en el Pasaje de la Merced para oír la salve y me volví a sorprender ante sus nuevos estrenos, confirmándome que su cofradía vive para darle todo su cariño. Y de nuevo me impregné de tanta emoción para poder recordar a mi regreso tanta belleza.

Este año, si dios quiere, volveré para verlos y sentir la salida, volver a ver sus rostros y rezar una oración ante ellos.

Volveré a ver el buen hacer de sus costaleros, comprobaré sus estrenos, que cada año nos demuestran la gran inquietud de su cofradía. Los esperaré en la Plaza de Santiago ¡qué bello marco! y volveré a apretujarme en el Pasaje de la Merced. Y sobre todo volveré a mi pueblo que es Valdepeñas con la idea de cuánto está haciendo esta cofradía por Ciudad Real, tanto en su faceta de salida como en toda su vida interna. Demostrándonos que a través de una cofradía pasional, se puede madurar en la vida de cristianos y a través de ella sentir a Cristo y a María como ejes de nuestra existencia.

Consuelo mío que luces más qué el sol

cuando Ciudad Real contempla tu procesión.

Nunca soñaron las malvas tener más brillo que una flor

hasta que el amor les puso manto y palio en tu esplendor

porque tu miércoles fuera, más que de pena de amor

que saliendo tú a la calle se está más cerca de Dios.

J. A. Simón. Diario “Lanza” 9 de abril de 1995, especial de Semana Santa