jueves, 15 de julio de 2021

LA CRUZ DE GUÍA DE LA FLAGELACIÓN PEREGRINÓ POR LAS CALLES

 

A las siete en punto de la tarde de ayer partía del guardapasos otra procesión, organizada y protagonizada por la Cofradía de la Flagelación de Nuestro Padre Jesús de la Bondad y María Santísima del Consuelo. Con un carácter penintencial acusado por la propia temática de la escena pasional, los hermanos, ataviados con una túnica y capillo blanco con el escudo de la cofradía bordado en oro y fajín granate, portando un cirio cada uno, desfilaron en silencio y con fervor por las distintas calles de la capital.

Muchos fueron los ciudarrealeños que salieron a la calle para contemplar el conjunto imaginario, compuesto por un primer paso con Jesús atado a la, columna en el momento de ser flagelado, mientras que en el segundo iba la Virgen Dolorosa bajo palio. Tanto participantes como espectadores crearon un ambiente verdaderamente penitencial y oracional.

No obstante, la lectura del desfile es otra mucho más profunda, ya que el hermano de la Flagelación espera que en la cumbre de su vida como cofradía llegue la estación de penitencia, con su cofradía en la calle, cuando queda cumplida  esa finalidad de sus reglas que ordenan y mandan el anual y público testimonio de la fe en Cristo.

Nuevas fuerzas e ilusiones

Este reencuentro continuado y repetido cada año nunca es igual, ya que en cada edición se realiza con fuerzas renovadas y con ilusiones, así como los objetivos por los que se redimirán muchos pecados son de distinta índole.

Por ejemplo, la tortura a Nuestro Señor podría traducirse en la obcecada sequía que nuestras tierras sufren desde hace muchos meses, algo que nos afecta en la vida y forma de ser.

J.Y. Diario “Lanza” Jueves Santo 13 de abril de 1995