lunes, 15 de agosto de 2016

LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN ES EL APLAUSO A LA SENCILLEZ



Celebramos en Ciudad Real,capital, el día 15 de agosto una doble fiesta, ambas dedicadas a la Virgen: La fiesta de la Virgen del Prado, patrona de la capital, de Ciudad Real, tan querida y de tanta devoción para todos los ciudadrealeños y la fiesta de la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos.

La solemne celebración de la fiesta de la Virgen del Prado este año, quiere ser un anuncio solemne de la celebración, el próximo año 2017, del cincuentenario de la Coronación Canónica de la imagen de la Virgen del Prado.

La celebración de la fiesta de la Asunción es una llamada a elevar nuestra mirada al cielo, donde ella goza de la compañía de su Hijo para siempre.

El hombre actual mira mucho más al suelo que al cielo. La Asunción de María a los cielos es una invitación a que miremos más al cielo y menos al suelo, expresando así, que la vida terrena no es el final del camino; que estamos llamados a una vida mucho más plena después de ésta; que tenemos otro destino que es la posesión de la vida eterna después de nuestra vida aquí en la tierra.

La Asunción de la Virgen, es la respuesta de luz, dada a la oscuridad de la fe, la respuesta concreta y visible de lo que creemos; es el aplauso a la sencillez y a la pequeñez humana frente a la grandeza y omnipotencia divinas.


Ella nos recuerda a todos nuestro destino y la necesidad de caminar por la vida aquí en la tierra, como quien se prepara para recibir un día el premio de la vida eterna, una vida feliz para siempre.

Por eso, la Asunción de la Virgen es un canto a la esperanza; un canto a la vida a pesar de la muerte.

Ella mereció ser llevada al cielo porque estuvo siempre abierta a los planes de Dios, a lo que Dios le pedía; y porque toda su vida fue un canto al servicio y al amor de los hermanos.

No dejemos que los arboles del bosque de este mundo y de esta sociedad laicista, nos oculten las delicias, las maravillas y la felicidad que nos espera en nuestro destino final, si vivimos de acuerdo con lo que el Señor nos pide.

Que nuestra Madre, la Virgen del Prado, que ya goza del amor eterno de Dios, nos ayude para que un día podamos gozar con ella de esa vida en plenitud que Cristo nos promete.

¡Feliz fiesta  para todos, fiesta de la Virgen del Prado y de la Virgen Asunta en cuerpo y alma a los cielos!

Gerardo Melgar Viciosa, Obispo-Prior de Ciudad Real