martes, 30 de agosto de 2016

REGALADO UN PAÑUELO DE ENCAJE DEL TENERIFE A LA VIRGEN DEL CONSUELO



El miembro de la Junta de Gobierno D. Antonio García-Hidalgo, ha regalado a la Santísima Virgen del Consuelo un pañuelo redondo de rosetas o rosas de Tenerife –nombre que se conoce en todo el mundo a esta modalidad de encaje- ha sido una de las labores de aguja más representativa del Archipiélago Canario, con especial desarrollo en Tenerife y Lanzarote. Descendientes directas de los trabajos de deshilado -calados en Canarias- representan la única aportación genuinamente española a la amplia variedad de encajes en Occidente. En Tenerife perviven de forma residual en Arona y Vilaflor habiendo desaparecido de la zona Norte donde se practicó profusamente. Las emigrantes canarias las llevaron a muchos países de América, Asia y Europa donde se siguen ejecutando y reciben diferentes nombres. Sus antecesores más directos en la Península fueron las labores denominadas soles o ruedas y en Canarias los soles canarios presentes en los calados. Aunque todos ellos parten de un tejido previamente deshilado trabajado en bastidor, las rosetas se desarrollaron como una técnica diferente que prescinde de la tela base. Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, tuvieron especial desarrollo en Canarias, se pusieron de moda como labor casera de las mujeres canarias.