Desde ayer 18 de
diciembre, la Virgen del Consuelo esta vestida de blanco con motivo de la
Navidad, que es un tiempo litúrgico de
contemplación gozosa del misterio de la Encarnación y de las primeras
manifestaciones del Hijo de Dios, que ha venido para nuestra salvación como
“hombre entre los hombres”. Durante este tiempo, María es celebrada de manera
particular como “Madre de Dios”.
El color Blanco es un
color luminoso que ante todo conduce a pensar en la limpieza, en la pureza. Es
el símbolo de la inocencia; basta pensar en los vestidos de los niños para el
bautismo, los de la primera comunión, los de las esposas. Pero además el blanco
indica fiesta, alegría. En la Iglesia, este color va unido a la, Navidad, a la
Pascua, a las fiestas de Cristo Rey y de la Virgen María (para estas últimas se
usa también el color azul) y a la Resurrección, que indica la victoria de la luz sobre las
tinieblas.
En esta ocasión la Virgen
del Consuelo estrena saya, fajín y manto. La saya ha sido regalada por la
camarera María del Prado Gonzalez Romero y el fajín por la camarera María
Ortega López.
La Virgen del Consuelo permanecerá
vestida así, hasta la celebración de sus cultos anuales en el próximo mes de
enero.