La Misa de Gallo se celebra la noche del
24 de Diciembre (tras la cena de Nochebuena) a las 24 horas. Su celebración
tiene por objeto la conmemoración cristiana del nacimiento del Niño Dios. Sus
dos lecturas y el evangelio se centran en la narración del nacimiento en Belén.
La costumbre de la celebración de la
Misa de Gallo proviene de los ritos de los templos de Jerusalén. Allí los
católicos celebraban tres misas el día del nacimiento de Jesús: una en la noche
en la cueva de la natividad, santificando el nacimiento, otra al amanecer como
signo de la resurrección y una tercera en el templo, siendo ésta el oficio
solemne del día.
Por este motivo Sixto III (siglo V
d.C.), introdujo en Roma la costumbre de celebrar en Navidad una vigilia
nocturna, a medianoche, “en seguida de cantar el gallo”, en un pequeño
oratorio, llamado "ad praesepium", "ante el pesebre",
situado detrás del altar mayor de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.
Esta expresión se debe a que los antiguos romanos denominaban el Canto del
Gallo al comienzo del día, a la media noche. Se quedó con el nombre de Misa de
Gallo la misa que se celebraba a esta hora.
El día de Navidad fue oficialmente
reconocido en el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San
Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad
de Cristo. Pero algunas de las costumbres tradicionales de la Navidad llegaron
más tarde, como la de cantar villancicos que no se agregó hasta la Edad Media.
Pues siguiendo la tradición católica del
Nacimiento de Jesús, el pasado martes a las 12 de la noche se celebró en la
Parroquia de Santo Tomás de Villanueva la Misa de Gallo, que fue oficiada por
su Párroco, Rvdo. Sr. D. Antonio Ruiz Pozo, que resultó muy solemne. Al término
de la misma se dio a besar la imagen del Niño Jesús.