“Os
traigo la Buena Noticia, os ha nacido un Salvador”
La Navidad (latín: nativitas, “nacimiento”)
es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la
Pascua de Resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el
nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia
católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la
Iglesia ortodoxa rumana. En cambio, se festeja el 7 de enero en otras iglesias
ortodoxas, que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano para pasar
al calendario conocido como gregoriano, nombre derivado de su reformador, el
papa Gregorio XIII.
Existen diversas teorías sobre el origen
del 25 de diciembre como día de la Navidad. Ya en el siglo III se celebraría el
nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, algunos mantienen que el 25 de
diciembre fue adoptado solamente en el siglo IV como día de fiesta cristiano
después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtiera al
cristianismo.
Con la celebración de la Natividad en
las vísperas del 25 de diciembre se inicia en la Iglesia católica el llamado
«tiempo de Navidad», que abarca la celebración de la Sagrada Familia (domingo
infraoctava de la Natividad), la solemnidad de Santa María, Madre de Dios (1 de
enero, es decir, la octava de la Natividad), la solemnidad de la Epifanía del
Señor (6 de enero) y la fiesta del Bautismo del Señor (domingo después de
Epifanía), con la que concluye ese período.
La Navidad es celebrada por los
cristianos, pero también los no cristianos y algunos ateos utilizan la Navidad,
como mero festejo de convivencia social y familiar.