La fiesta del Corpus Christi, la
solemnidad de su procesión Eucarística la ofrecen los fieles, el pueblo,
expresando su sentimiento religioso. A lo largo de la historia de la iglesia,
se han publicado normas sobre la procesión del Corpus para que las calles por
donde pasa la procesión sean engalanadas, convirtiendo a la ciudad en un
grandioso templo en honor de Jesús Sacramentado. Ya el “Rituale Romanum del
Corpus, IX, V,1 promulgado por S. Pío V, dice textualmente: “Adórnese con decencia las paredes de las
Iglesias y de las calles por las que haya de pasar la procesión, con
colgaduras, tapices y con sagradas imágenes” y en sucesivas normas la
Iglesia se anima para que Cofradías, Hermandades, Grupos, Movimientos y fieles
en general manifestaran públicamente la fe en el Señor.
Por este motivo en el año 1994, la
Cofradía de la Flagelación decidió embellecer el paso de la procesión del
Corpus Christi en nuestra ciudad, montando un altar en la calle Toledo,
justamente en la Plaza de la Merced. Fue el primer altar montado por una
Cofradía de nuestra ciudad con motivo de esta festividad litúrgica. El altar de
reducidas dimensiones estuvo presidido por la imagen de la Virgen Milagrosa,
propiedad de la familia Pastor-Muñoz y que actualmente recibe culto en la
Parroquia de San Pablo.