Tal y como informábamos el pasado día 8
de junio, el Consiliario de la Cofradía, Rvdo. Sr. D. Antonio Ruiz Pozo, hizo
uso de la palabra y se dirigió a todos los hermanos presentes en la junta. A
continuación reproducimos su intervención:
“Quiero
reconocer y agradecer al hermano mayor y su junta directiva cesantes, todo el
trabajo realizado a favor de nuestra Cofradía, y darles la enhorabuena por su
buen hacer llevado a cabo, reconocido y valorado por todos y que la ha llevado
al lugar excelente que ocupa dentro del conjunto de la Semana Santa de Ciudad
Real.
Agradecerles
también la relación cordial que siempre han mantenido conmigo y los sacerdotes
de la Parroquia, el trato respetuoso y cuidadoso que tienen normalmente con el
Templo y demás dependencias parroquiales.
El
Papa Francisco nos ha recordado que todos los cristianos –especialmente quienes
ocupamos cargos o ministerios dentro de la Iglesia- somos el rostro visible de
la Iglesia. Donde aparece un sacerdote, un cristiano, un cristiano cofrade, va
presentándose la parte visible del Misterio de la Iglesia. Somos como “la
encarnación” de la Iglesia de Jesucristo en medio de los distintos ambientes en
que se desarrolla normalmente la vida. Donde va un cristiano, va todo la
Iglesia con él.
No
podemos, por tanto, ser cómplices de las bofetadas que recibe el rostro de la
Iglesia, contribuyendo con nuestras actitudes y comportamientos a que así sea.
Deseo para el futuro hermano mayor y su junta directiva coherencia de vida
cristiana, gozosa e inquebrantable a la Iglesia de Jesucristo, y un testimonio
firme y público de la fe tan contagioso, que hagan posible –con la gracia de
Dios- que todos queden impresionados por su estilo de vida, y contribuyan a que
el amor y el seguimiento a Jesucristo a su Santísima Madre, la Virgen María,
sean la única razón de pertenencia a esta amada cofradía. Quienes pretendan
acogerse a nuestra Cofradía para alimentar intereses particulares, para crear
disputas estériles, para usarla como trampolín para satisfacer ambiciones y
ansias de notoriedad y poder, no tienen sitio aquí. La única motivación de
pertenencia a la Cofradía de la Flagelación es servir a la tarea de
Evangelización encomendada por Jesucristo a su Iglesia. Tarea que desempeñamos
humildemente desde el Carisma de Cofrades y que han de contribuir a la comunión
dentro de la Iglesia. Los carismas son dados por el Espíritu Santo para crear
comunión, no división.
Que el Señor de la Bondad y la Santísima Virgen
del Consuelo nos bendigan a todos.”