El pasado viernes 19 de
septiembre, el sacerdote D. Antonio Guzmán Martínez, impartió la conferencia
“María, Madre de la Iglesia ”.
A continuación traemos hoy a nuestro blog, el texto de la citada conferencia:
Un saludo de entrada al Presidente y Junta Directiva de la ilustre, humilde y fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la flagelación de Nuestro Padre Jesús dela Bondad y María Santísima del Consuelo.
El mismo saludo para todos los cofrades, invitados y cuantos participáis en este acto organizado con motivo del veinticinco aniversario, Bodas de Plata, de Nuestra Señora del Consuelo.
Un año es este del 25 Aniversario para el júbilo porque estáis haciendo historia en la semana santa de Ciudad Real y sois también historia en esta Parroquia de Santo Tomás de Villanueva donde tiene la sede canónica vuestra hermandad. Todos los que os queremos nos alegramos y os animamos a seguir adelante y que sepáis estamos con vosotros como en otras ocasiones y en otras actividades que habéis organizado.
Yo estoy aquí invitado por vosotros y haciendo historia junto con vosotros porque todo lo que con este motivo habéis organizado es parte de la historia dela Hermandad.
Hablaremos dela Virgen , la elegida por
Dios, la Hija
predilecta del Padre, Madre de nuestro Redentor y Esposa siempre fiel del Espíritu Santo. No
podía ser de otra manera tratándose de
un aniversario que conmemora la presencia de la Virgen del Consuelo entre
nosotros.
En esta ocasión, según me habéis asignado, para hablar de Ella como MADRE DELA IGLESIA , titulo que le dio
Pablo VI al final de la tercera sesión del Concilio Vaticano II. Un título que
es mas que una advocación pues engloba todo lo que es María en el misterio de
Cristo y de la Iglesia. No
se trata con este título de una declaración dogmática como fue en su día el
Dogma de la Inmaculada
en 1854 por el Beato Pío IX o el Dogma
de la Asunción
de la Virgen en 1950 por el Papa Pío XII. Aquí se trata de
una proclamación pedida por los padres conciliares al tratar sobre la Virgen y que no quedando
reflejada en el texto conciliar, el Papa Pablo VI, que será proclamado beato en
el próximo octubre, lo hizo personalmente en el discurso de clausura de la
sesión tercera del Concilio Vaticano II, pero tanto la Inmaculada , como la Asunción , como el
considerar a María, Madre de la
Iglesia han sido siempre vivencias del pueblo cristiano, lo
que ocurre es que la historia va aclarando y enriqueciendo el depósito de la fe.
Comienzo la Conferencia con una oración ante el cuadro de Ntra. Sra. del Consuelo que preside este salón. Lo
hago con estas décimas que compuse en honor de la Virgen del Consuelo y nos
ha servido de oración en muchas de nuestras reuniones de formación.
Madre y Virgen del Consuelo,
siempre te tengo a mi
lado,
en ti me apoyo cansado
y contigo emprendo el
vuelo
hacia la casa del cielo.
No te vayas de mi vida
pues siempre la quiero
unida
al orillo de tu manto
donde me lleno de encanto
junto a ti , Madre
querida.
Un saludo de entrada al Presidente y Junta Directiva de la ilustre, humilde y fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la flagelación de Nuestro Padre Jesús de
El mismo saludo para todos los cofrades, invitados y cuantos participáis en este acto organizado con motivo del veinticinco aniversario, Bodas de Plata, de Nuestra Señora del Consuelo.
Un año es este del 25 Aniversario para el júbilo porque estáis haciendo historia en la semana santa de Ciudad Real y sois también historia en esta Parroquia de Santo Tomás de Villanueva donde tiene la sede canónica vuestra hermandad. Todos los que os queremos nos alegramos y os animamos a seguir adelante y que sepáis estamos con vosotros como en otras ocasiones y en otras actividades que habéis organizado.
Yo estoy aquí invitado por vosotros y haciendo historia junto con vosotros porque todo lo que con este motivo habéis organizado es parte de la historia de
Hablaremos de
En esta ocasión, según me habéis asignado, para hablar de Ella como MADRE DE
Para unir doctrina y práctica,
para unir conocimientos sobre este título de María y
provecho para nuestra vida cristina voy a dividir esta conferencia en
tres partes.
1.- La proclamación de María como
Madre de la Iglesia
2.- Historia de la imagen de
María, Madre de la Iglesia
en la Plaza de
San Pedro del Vaticano
3.- Implicaciones del título de
María, Madre de la Iglesia
en la vida del cristiano.
Así tomamos contacto con la
teología, la historia y la devoción popular.
Parte Primera.- La proclamación
de María como Madre de la
Iglesia.
El 21 de noviembre de 1964 Pablo Vi proclama Madre de la iglesia a María en el discurso de clausura de la tercera etapa conciliar con estas palabras:
Así, pues, para gloria de la Virgen y consuelo nuestro,
Nos proclamamos a María Santísima, Madre de la Iglesia , es decir Madre de
todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles
como de los pastores que la
llaman Madre amorosa y queremos que desde ahora en adelante, sea honrada e
invocada por todo el pueblo cristiano
con este gratísimo título.
Se trata de un título, venerables hermanos, que no es nuevo para la piedad de los cristianos, antes bien, con este nombre de Madre, y con preferencia a cualquier otro, los fieles y
La divina maternidad es el fundamento de su especial relación con Cristo y de su presencia en la economía de la salvación operada por Cristo y también constituye el fundamento principal de las relaciones de María con
Hasta aquí las palabras del discurso de aquel día en el que Pablo VI hacía resumen de los logros de aquella tercera etapa del Concilio que terminaba el 21 de noviembre de 1964.
Un discurso tras haberse aprobado en el aula conciliar
Muchos padres habían pedido un documento exclusivo del Concilio sobre
También muchos padres habían
pedido que apareciese María en este capítulo VIII con el título de Madre de la Iglesia , cosa que no llegó
a consensuarse y ello motivó a Pablo VI a hacer esta proclamación en el
discurso de clausura, como hemos recordado hace unos momentos.
Que María es Madre dela Iglesia es una
proclamación con palabras nuevas pero con contenido antiguo ya que así desde
siempre fue considerada por los fieles porque si Adán llamó a su mujer Eva por
ser la madre de todos los vivientes, María fue proclamada desde la cruz madre
de todos los creyentes en la persona de Juan, el discípulo amado. Y ella desde
Pentecostés, día de la Iglesia
naciente, ha estado siempre con sus hijos, los seguidores de su Hijo, cabeza
del Cuerpo Místico, ese cuerpo que formamos con Él todos los fieles.
Que bien expresa esta realidad el Prefacio V de Santa María Virgen que muchas veces rezamos enla Eucaristía : En Cristo
nuevo Adán y en María, nueva Eva, se revela el misterio de tu Iglesia como
primicia de la humanidad redimida.
Poco después de esta proclamación Pablo VI dirigió una encíclica llamada Marialis cultus hablando de las maravilla de María y promoviendo el culto mariano en toda la cristiandad. Era en realidad esto lo que el Papa Pablo VI pretendía con aquella proclamación.
Lo importante dela Virgen es lo que representa
en la obra de la redención y en la de nuestra santificación. Lo importante no
son las imágenes. Sin embargo no cabe duda que a todos nos ayudan las imágenes
para acercarnos a María, son como un icono que nos habla de ella. Mucho más si
esas imágenes están bien cuidadas y constituyen una obra de arte. En ese caso,
como la imagen de la Virgen
del Consuelo, la imagen nos invita a rezar y nos recuerda la obra de María en
nuestra vida cristiana.
Cuando Pablo Vi proclama a María Madre dela Iglesia
no estaba pensando en ninguna imagen. Todas las imágenes de la Virgen , también la Virgen del Consuelo, nos
recuerdan ese título de la
Virgen en relación con la Iglesia.
Sin embargo María, Madre dela Iglesia también tiene su
representación y precisamente en la
Plaza de San Pedro del Vaticano.
Todo ocurrió de esta manera según lo cuenta Javier Cotelo, arquitecto, en un artículo en primera persona en LÓSSERVATORE Romano en 2011. Allí explica la incorporación de una de las “novedades” marianas más recientes en la centenaria Plaza de San Pedro: El Mosaico de María “Madre dela
Iglesia ”.
Tuve el privilegio, dice, de vivir de cerca los antecedentes que precedieron a esa decisión, que pone de manifiesto los características de Juan Pablo II, hoy santo: su peculiar relación con los jóvenes y su sentido de agradecimiento ala Virgen.
Que María es Madre de
Que bien expresa esta realidad el Prefacio V de Santa María Virgen que muchas veces rezamos en
Poco después de esta proclamación Pablo VI dirigió una encíclica llamada Marialis cultus hablando de las maravilla de María y promoviendo el culto mariano en toda la cristiandad. Era en realidad esto lo que el Papa Pablo VI pretendía con aquella proclamación.
Parte Segunda.- Historia de la
imagen de María, Madre de la
Iglesia en la
Plaza de San Pedro del Vaticano
Lo importante de
Cuando Pablo Vi proclama a María Madre de
Sin embargo María, Madre de
Todo ocurrió de esta manera según lo cuenta Javier Cotelo, arquitecto, en un artículo en primera persona en LÓSSERVATORE Romano en 2011. Allí explica la incorporación de una de las “novedades” marianas más recientes en la centenaria Plaza de San Pedro: El Mosaico de María “Madre de
Tuve el privilegio, dice, de vivir de cerca los antecedentes que precedieron a esa decisión, que pone de manifiesto los características de Juan Pablo II, hoy santo: su peculiar relación con los jóvenes y su sentido de agradecimiento a
“En la Semana Santa de 1980,
el Papa Juan Pablo II recibió en audiencia a varios miles de jóvenes llegados a
Roma para el Foro UNIV, encuentro internacional de universitarios que
frecuentan los centros del Opus Dei en todo el mundo.”
Al final de la audiencia, uno de los jóvenes, llamado Julio Nieto, comentó al Santo Padre que, tras observar las imágenes de la plaza de San Pedro, había echado en falta una dela Virgen y que, por tanto, la
plaza estaba incompleta. «¡Bien, muy bien! Habrá que completar la plaza», fue
la respuesta de Juan Pablo II.
Al final de la audiencia, uno de los jóvenes, llamado Julio Nieto, comentó al Santo Padre que, tras observar las imágenes de la plaza de San Pedro, había echado en falta una de
Esta conversación llegó a oídos de Monseñor Álvaro del Portillo, sucesor de San Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei. Por cierto nos encontramos en los días anteriores a su beatificación el próximo 27 de septiembre en Madrid. Mons. Del Portillo, movido por el deseo de poner en práctica sin demora lo que consideraba un querer del Santo Padre, pidió enseguida a Javier que pensara un lugar y una solución para colocar en la plaza una imagen de
Después de varias semanas, y tras varias visitas a la plaza para encontrar alternativas, presenté a Monseñor Del Portillo una posible solución, con sus correspondientes fotomontajes y dibujos: sustituir una ventana en el chaflán del edificio que hay entre el Cortile de San Dámaso y la plaza, por un mosaico de
El 27 de junio de 1980, se hizo llegar al Santo Padre el proyecto: era un álbum con textos, dibujos y fotografías, y con los croquis de alzado y sección.
Como pasaron varios meses sin noticias, se volvió a enviar al Santo Padre una copia del material, a través de su secretario, Mons. Stanislaw Dziwisz. Le gustó el proyecto y dijo entregaría a Su Santidad para su posible realización.
Meses después, Juan Pablo II recibió aquel disparo al que sobrevivió, como él mismo lo decía, gracias a la protección de María. En muestra de agradecimiento, quiso que se pusiera una imagen de
Después llegó la elección del mosaico: Juan Pablo II hizo saber que le gustaría mucho una representación de
El mosaico elegido fue inspirado en
El mosaico recibió algunos retoques
en la representación del Niño Jesús así como en el color, para que fuera más
visible a larga distancia. Mide 2´55 por
1´34 metros y en su construcción se utilizaron cincuenta mil teselas. En la
base de este mosaico de la
Virgen con el Niño, se representó el escudo de Juan Pablo II
con su lema Totus tuus.
Fue colocado el 7 de diciembre de 1981 y, al día siguiente, en el rezo del Angelus, Juan Pablo II lo bendijo desde la ventana de su estudio diciendo sencillamente estas palabras:
Fue colocado el 7 de diciembre de 1981 y, al día siguiente, en el rezo del Angelus, Juan Pablo II lo bendijo desde la ventana de su estudio diciendo sencillamente estas palabras:
“Estoy contento de inaugurar en
“Ahora bendeciré la imagen de
La conversación con el universitario se hacía así realidad un año y medio después, quedando completada la plaza.
Tres días más tarde, el 11 de diciembre, el Papa invitó a Monseñor Del Portillo a concelebrar
Además, el Santo Padre tuvo el detalle de enviarle, algunos días después, el cartón con el dibujo del mosaico, en negro, que se utilizó para la colocación de las piezas de color. Este dibujo se encuentra actualmente en la sede central de
Ver esta imagen, tan unida a los papas Pablo VI y Juan Pablo II, es un buen recordatorio para que todos los cristianos celebren a María como amorosa reina del mundo y como centro materno de unidad y acudan a su protección sobre
Ante esa imagen rezó muchas veces el Papa mientras caminaba por la terraza del Palacio Apostólico dirigiéndole saludos y jaculatorias. También Don Álvaro cuando pasaba por la plaza, a diario, por su trabajo en el Vaticano. Hoy también multitud de fieles, venidos de todos los rincones de la tierra, rezan ante Ella y la proclaman Madre de
Pablo VI y San Juan Pablo II han
hecho posible que el título Madre de la Iglesia que se le dio a la Virgen , quede como icono
visible para que todos, principalmente los que acuden al Vaticano, la sientan
como Madre de esta Iglesia que continúa peregrina por el mundo llevando el mensaje de Jesús.
Este título nos recuerda una vez más que María es nuestra Madre.
El nos la entregó como la mejor de las herencias desde la cruz diciendo a Juan: He ahí a tu Madre, Y en Juan estábamos representados todos nosotros.
No podemos caer en la tentación de pensar que enla Iglesia
solo Jesús nos basta. El papa Francisco a un matrimonio que le manifestó haber
llegado a esa conclusión o convencimiento les dijo que María es necesaria
también en la Iglesia ,
lo que ocurre, dice el papa Francisco en uno de sus libros de entrevistas, es
que a María la podemos considerar como Madre o como suegra.
Nosotros somos de los que queremos considerar a María como Madre.
Que bonito es decir ¡MADRE! La palabra madre nos recuerda a todos a la que está dispuesta a dar la vida. Nos recuerda a nuestra madre de la tierra. Nadie como ella nos ha amado tanto. Cuantos desvelos, cuantas noches sin dormir. Siempre servicial, siempre amando en silencio, pensando siempre en nosotros, pendiente de nuestra vida, cuidando nuestro alimento, colaborando en nuestra educación.
Así es María,la Madre que ama siempre aunque
nosotros no tengamos conciencia de ello.
El concepto de lo que es una madre lo tenía muy bien asimilado aquel niño que un día vio a otro niño en la puerta de su casa con los pantalones rotos y pasó inmediatamente a decirle a su mamá: Mamá, mamá sal a la calle y ayuda a un niño que no tiene mamá. Todos los niños tienen mamá, contestó desde dentro la madre. Pero el niño argumentó: este no porque tiene los pantalones rotos. No podía imaginarse el pequeño que tuviese los pantalones rotos teniendo una madre pues a él su madre le cosía los pantalones, le ayudaba en todo y le quería con gran cariño.
Elevado concepto de la madre tenía aquel adulto que iba a ver a su madre ya demente y sin conciencia, el alzheimer estaba muy avanzado. El rato que estaba con ella no dejaba de darle besos y más besos. Un día uno de sus hermanos le dijo: ¿Por qué besas tanto a mamá si no te conoce ni se entera? Y él contesto: tampoco me enteraba yo cuando era pequeño y sin embargo ella me besaba una y mil veces.
Parte Tercera.- Implicaciones del
título de María, Madre de la
Iglesia , en la vida del cristiano.
Este título nos recuerda una vez más que María es nuestra Madre.
El nos la entregó como la mejor de las herencias desde la cruz diciendo a Juan: He ahí a tu Madre, Y en Juan estábamos representados todos nosotros.
No podemos caer en la tentación de pensar que en
Nosotros somos de los que queremos considerar a María como Madre.
Que bonito es decir ¡MADRE! La palabra madre nos recuerda a todos a la que está dispuesta a dar la vida. Nos recuerda a nuestra madre de la tierra. Nadie como ella nos ha amado tanto. Cuantos desvelos, cuantas noches sin dormir. Siempre servicial, siempre amando en silencio, pensando siempre en nosotros, pendiente de nuestra vida, cuidando nuestro alimento, colaborando en nuestra educación.
Así es María,
El concepto de lo que es una madre lo tenía muy bien asimilado aquel niño que un día vio a otro niño en la puerta de su casa con los pantalones rotos y pasó inmediatamente a decirle a su mamá: Mamá, mamá sal a la calle y ayuda a un niño que no tiene mamá. Todos los niños tienen mamá, contestó desde dentro la madre. Pero el niño argumentó: este no porque tiene los pantalones rotos. No podía imaginarse el pequeño que tuviese los pantalones rotos teniendo una madre pues a él su madre le cosía los pantalones, le ayudaba en todo y le quería con gran cariño.
Elevado concepto de la madre tenía aquel adulto que iba a ver a su madre ya demente y sin conciencia, el alzheimer estaba muy avanzado. El rato que estaba con ella no dejaba de darle besos y más besos. Un día uno de sus hermanos le dijo: ¿Por qué besas tanto a mamá si no te conoce ni se entera? Y él contesto: tampoco me enteraba yo cuando era pequeño y sin embargo ella me besaba una y mil veces.
Amemos a María como MADRE, no
como SUEGRA.
La amamos como suegra cuando se nos pasan los días sin acordarnos de ella.
La amamos como suegra cuando se nos pasan los días sin acordarnos de ella.
No es que todos los días tengamos que acudir a visitar a una de sus imágenes, por ejemplo a
El rezo de las tres Ave Marías al levantarnos o al acostarnos, el Ángelus al mediodía, el rezo del santo rosario (oración tan recomendada por
No es que tengamos que hacer todo porque cada uno tiene sus devociones pero si hemos de manifestarle nuestro amor con nuestra oración y plegaria frecuente y sobre todo aprendiendo de ella a vivir de fe y aprender las virtudes que ella como llena de gracia ejercitó a diario en alto grado.
Un himno litúrgico se dirige a María diciendo: Muéstrate como Madre.
Eso es lo que os digo a todos vosotros devotos de
La mejor forma de mostrarse como Hijo de María es esforzarse por vivir como cristiano las veinticuatro horas del día, sencillamente, sin hacer cosas raras, pero viviendo intensamente la fe y si no lo hacemos, rectificar y empezar de nuevo a intentarlo, porque fuera de María, en la economía de nuestra fe, no hay salvación.
La advocación nos dice que es Madre pero también Madre de
María es Madre de la Iglesia porque al ser
Madre de Cristo, es extensivamente Madre del Cuerpo Místico que es la Iglesia. Por lo
tanto, es Madre de todo el Pueblo de Dios, de todos los fieles bautizados que
la llamamos “Madre amorosa”.
Somos hijos de María en el orden de la gracia.
Este título de María nos invita a sentirnos cada uno de nosotros miembros de Cristo, miembros de ese Cuerpo Místico del que Cristo es la cabeza y nosotros los miembros, miembros del pueblo de Dios. Es en este sentido significativo que el Concilio en
Ser iglesia es comulgar con la misión que cada uno ha recibido, enriquecida con la de los otros miembros que también forman parte de ella. Es desarrollar cada uno el papel que le corresponde en esta obra de Dios, bajo la guía de nuestros pastores.
Todos caminamos en la misma dirección y hemos de evitar choques. Estamos en
Todo esto no podemos vivirlo sin llevar una vida espiritual.
Cuando no hay vida espiritual, cuando no se asiste a
Sin vida espiritual lo más importante termina siendo lo material y entonces nos dedicamos a lo exterior y damos mas importancia a la procesión que a la oración y los sacramentos, nos interesa más el adorno de las imágenes que la formación y la vida espiritual de los cofrades o de los feligreses. Cuando falta vida espiritual olvidamos que tenemos que estar dispuestos a ayudar a los hermanos, incluso en las cosas materiales que necesitan. cuando falta vida espiritual pensamos que todo esto es nuestro, que son nuestros pareceres los que valen y nos olvidamos que
Sin vida espiritual todo se oscurece y falsificamos incluso las cosas más bonitas y sagradas y nos hacemos independientes y caminamos solos sin pensar que formamos un cuerpo.
La vida espiritual en último término es hacer lo que quiere María y lo que quiere
Aprovechemos este veinticinco aniversario de
Viviendo así os garantizo que quizá vosotros o vuestros sucesores celebrareis los cincuenta años e incluso muchos centenarios. Es lo que deseo para vuestra hermandad y para bien de
Santísima Virgen del Consuelo, Madre de la Iglesia. Ruega por nosotros.