miércoles, 15 de julio de 2015

Y GRITÓ UNA MUJER DEL PUEBLO…



Dichoso su vientre
que te llevó;
dichoso su amor
que te amamantó.

Dichosos sus pechos
que te criaron;
dichosos sus desvelos
que te acompañaron.

Dichosas sus nanas
que te arrullaron;
dichosas sus lágrimas
que te consolaron.

Dichosas sus manos
que te acunaron;
dichosos sus labios
que te mimaron.

Bendita sea tu Madre,
bendita sea por siempre,
y que muy dichosa sea:
que escuchó tu Palabra,
y se puso a servir,
que aceptó ser la esclava
y te dio a luz al mundo;
que en tu cruz se mantuvo en pie
y por Madre Tú nos diste.

¡Viva tu Madre, Jesús!
Bendita sea por siempre.
Por siempre,
                     Con nosotros
                     Su Consuelo.
¡Viva la Virgen María!
¡Viva la Madre de Dios!

Del libro “PASSIO” de Joaquín Torres Campos