(MT. 27, 26; MC. 15, 15; LC. 22,
16-22; JN. 19,1). En el pretorio (residencia del prefecto romano y símbolo del
poder político de la ciudad de Jerusalén) se producen numerosas escenas
relatadas con muchísimos más detalles que el de los azotes que recibió nuestro
Señor. Puede sorprender el hecho de que ningún evangelista describa la
flagelación, pero tampoco tenemos una descripción de la crucifixión, sólo se
refiere a lo acaecido.
No
se sabe a ciencia cierta cómo se efectuó la flagelación de Cristo durante la
Pasión. Los azotes oscilan entre los cuarenta, prescritos por la ley judía, y
los más de 5.000 de que habla hiperbólicamente Santa Brígida de Suecia.
La
columna en que según la tradición fue atado Jesús durante la flagelación, se
halla mutilada en la iglesia de Santa Plaxedes (Roma) traída de tierra santa por el cardenal Coloma, en la Quinta
Cruzada. En ella, y a través de una verja de hierro, puede verse la columna de
mármol negro veteada en blanco. Algunos fragmentos de la misma se encuentran en
el monasterio de El Escorial, en Jerusalén y en la Catedral de San Marcos, en
Venecia.
Columna donde según la tradición fue azotado Cristo y
que se conserva en la iglesia de Santa Plaxedes (Roma).