El viernes 29 de marzo de 1991, el
diario “La Tribuna de Ciudad Real” realizaba la siguiente crónica de nuestra
primera salida procesional:
“Por primera vez salió la procesión del
Amor Fraterno en la tarde del Miércoles Santo, un día en el que tradicionalmente
no había procesiones. Unas diferencias entre la Hermandad y la Comisión
Permanente causó el desconcierto de penitentes y fieles, que esperaban la
salida de la capilla de Las Terreras, cuando en realidad la salida de la
procesión se efectuó desde las cocheras del antiguo Regimiento de Artillería de
la capital.
Diego
del Moral
El Miércoles Santo era un día en blanco
en los desfiles procesionales de Semana Santa. Este año ha salido por primera
vez la procesión del Amor Fraterno, aunque esta Hermandad no está todavía
completa, ya que al actual paso de Nuestra Señora del Consuelo se unirá, en
años sucesivos, la del Cristo de la Flagelación:
Tras muchas vicisitudes ha logrado esta
Hermandad su propósito de salir el miércoles y lo hizo con un pequeño
desconcierto entre los penitentes y fieles que aguardaban su salida de la
iglesia de las monjas Terreras cuando en realidad la procesión había salido de
las cocheras del antiguo Regimiento de Artillería, desde donde el trono de la
Virgen fue llevado a la plaza de la Inmaculada Concepción, y allí se unió al
desfile la comitiva oficial y la Agrupación Musical de Ciudad Real que, al
parecer, había sido contratada y avisada por la Hermandad para que acompañase a
la Virgen desde su salida.
Superados ya los primeros momentos de
desconcierto, la procesión se organizó perfectamente desde ese punto y el paso
del trono de esta nueva Virgen de nuestra Semana Santa fue recibido con
numerosos aplausos, especialmente al producirse las admirables “chicotás” de
los jóvenes costaleros.
La procesión realizó el recorrido
clásico del Jueves Santo, hasta finalizar en la iglesia de Santiago.
Los comentarios de los fieles que
abarrotaban el recorrido procesional eran de tener una nueva Virgen “muy guapa”,
con un paso sencillo y muy bien llevado por costaleros y que esta procesión era
muy necesaria en la Semana Santa de Ciudad Real para cubrir el hueco del
Miércoles Santo, en que no había desfiles procesionales.”