Ayer se cumplió el primer aniversario de
la muerte del M. I. Sr. D. Eugenio Sánchez Vega, Consiliario Honorario Perpetuo
de la Cofradía. Por este motivo vamos a reproducir parte de la carta dirigida a
nuestra corporación nazarena y publicada en la memoria del año 1999, titulada “En el Gran Jubileo del Año 2000” en la
cual decía lo siguiente:
“Con
verdaderos y profundos sentimientos de gratitud, escribo estas líneas para
todos vosotros, cofrades y amigos de la Hermandad de la Flagelación de Nuestro
Padre Jesús de la Bondad y María Santísima del Consuelo.
Todos
sabéis, desde el primer momento, no solo os abrí las puertas de la Parroquia
para albergar vuestra Cofradía, sino también las del corazón.
Me
parecía que la Bondad de Jesús y el Consuelo de su Madre, iban a ser un buen
cauce por el que Dios haría llegar muchas cosas buenas a nuestra comunidad
parroquial “Santo Tomás de Villanueva”.
Y
así ha sido, vuestra colaboración y entrega al servicio de la Parroquia y de la
Iglesia han superado las ilusiones y esperanzas que en vosotros había puesto.
Juventud
y sensatez; dos términos que en la época actual están difícil conjugar unidos,
es una de las características de vuestro grupo cofrade. Juventud llena de
ilusión y fuerza incapaz de rendirse ante el trabajo y el cansancio, pero si
capaz de luchar por la defensa de los más altos valores humanos y cristianos,
con la sensatez y madurez que puede dar la pátina del tiempo, es una bendición
que el cielo ha querido concedernos a través de vuestros (a través de nuestros)
entrañables Titulares.
Seguid
trabajando por el camino de la Bondad y el Consuelo reflejados en el Amor al
hermano; luz Evangélica para los que andan en oscuridad; y escala que llegue al
cielo llevando vuestro culto y oración hasta el Padre de todas las Bondades.
Gracias,
muchas gracias por permitirme continuar a vuestro lado como Consiliario Honorario
Perpetuo, título que me honra, y me confirma en la esperanza de que siempre me
sentiré fortalecido en mis momentos de dolor y soledad con vuestras plegarias
al Jesús de la Bondad, y a su Madre, y Madre nuestra, Santa María del Consuelo”.