Durante los cultos en honor de Nuestro
Padre Jesús de la Bondad, se pudo ver a los pies de la imagen una túnica blanca
junto a los flagelos. Túnica que acompaña también a la imagen de nuestro Titular
en sus traslados y el Miércoles Santo durante la estación de penitencia desde
hace años.
La túnica hace referencia a la escena de
la flagelación que transcurre en el Pretorio de Jerusalén (el centro de poder
romano, dirigido por Poncio Pilato), a donde Jesucristo ha llegado por segunda
y última vez, tras su paso por distintas instancias (Anás, Caifás y Herodes).
Es exhibido ante la multitud (escena denominada Ecce homo), que prefirió
liberar a Barrabás antes que a él, y (bien antes o después de esa exhibición)
es despojado de sus ropas (no debe confundirse esa escena con la de el expolio,
que es la previa a la crucifixión), vestido con un rico manto (no debe
confundirse con la túnica de Cristo) y atado a una columna, donde será sometido
a burlas (relativas a su presunto delito: pretender ser "rey de los
judíos" -INRI-) y torturas (entre ellas, la flagelación y la coronación de
espinas, denominaciones iconográficas que a veces son totalmente identificables
con ésta y a veces se diferencian con precisión).
Los pasajes evangélicos que tratan este
asunto están en Mateo 27,1 Marcos 15,2 Juan 18 y 19,3 y Lucas 22 y 234 (en este
evangelio la escena de golpes y burlas no se produce en el Pretorio, sino entre
el prendimiento y la comparecencia ante Caifás).