martes, 15 de julio de 2014

LA COFRADÍA PENITENCIAL DEL CRISTO DE LA UNCIÓN DE SANTIAGO DE COMPOSTELA, LA PRIMERA COFRADÍA QUE SE HERMANO CON LA FLAGELACIÓN



Corría el año 2002 y a través del hermano de nuestra corporación nazarena, D. Luis Casado Gallego, estrechamos lazos de amistad con la  Penitencial Cofradía gallega del Santísimo Cristo de la Unción y Nuestra Señora de la Serenidad de Santiago de Compostela. Tal fue la relación que alcanzamos entre ambas cofradías, que a propuesta de la Cofradía compostelana, acordamos hermanarnos entre ambas cofradías penitenciales.


Para realizar este acto, los días 19 y 20 de julio de 2002, una representación de nuestra Hermandad formada por nuestro Hermano Mayor, D. Emilio Martín Aguirre, Vice-Hermano Mayor, D. Alfredo Miguel Muñoz Espadas, Secretario, D. Juan Luis Huertas Díaz, Camarera, Dª Mª del Prado Alcázar Sobrino, y los hermanos D. Luis Casado Gallego, Dª. Carmen Sánchez Laguna, D. Marcelino Abenza Gonzalez y Dª. Adela Sánchez Millán; se desplazó a Santiago de Compostela para realizar el hermanamiento con la Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo de la Unción y Nuestra Señora de la Serenidad de esta localidad.


Tras ser atendidos extraordinariamente por el Hermano Mayor de esta corporación Gallega, D. Manuel Soto Roncha, y los miembros de su Junta de Gobierno durante toda nuestra estancia, el acto de hermanamiento se desarrolló durante la mañana del sábado 20 de julio. En primer lugar se celebró una Eucaristía en la capilla de la escuela de los Hermanos de la Salle, sede de la Cofradía, oficiada por el Consiliario de la misma D. Juan José Cebrián Francos. 


A continuación en el local social de la cofradía, se procedió a la lectura del acta por la que se aprobaba el hermanamiento así como los términos del mismo, entre las que se encontraba una misa dedicada a las intenciones de ambas hermandades y por el descanso eterno de los cofrades fallecidos ese año.

Tras la firma de los documentos que hacían oficiales el hermanamiento, los Hermanos Mayores pronunciaron unas palabras y se intercambiaron fotografías enmarcadas, de sus respectivos Titulares y obsequios de ambas hermandades. Finalmente se celebró una comida de confraternidad y se visitó la ciudad monumental.